La renovación de Marcos Mauro para las próximas dos campañas pone fin a uno de los culebrones de los últimos tiempos en el Cádiz CF y apuntala el eje de la defensa con vistas a la próxima temporada, la del regreso a Primera División.

El argentino recorría el mundo de la Segunda B hasta que debutó en la división de plata cuando recaló en el conjunto amarillo en la temporada 2017/18. Su crecimiento ha sido imparable desde entonces hasta convertirse en uno de los jugadores con el ADN Álvaro Cervera.

El técnico avala la continuidad de un zaguero que da consistencia al centro de la defensa, capaz de adaptarse a sus compañeros y a todas las situaciones, siempre valiente, contundente en la labor de contención y poderoso en el juego aéreo. Todo un profesional que además hace piña. Reúne todos los requisitos para seguir en el Cádiz CF y afronta un resto mayúsculo a nivel colectivo e individual.

El compromiso de Marcos Mauro con el Cádiz CF ha sido máximo hasta el punto de que cuando se conoció que la temporada iba a traspasar la fecha del 30 de junio tras la parálisis de tres meses a causa de la crisis del coronavirus, el jugador no dudó en asegurar su permanencia hasta el final pese a que expiraba su contrato.

Se quedó porque quería aportar su grano de arena en el ascenso. Y vaya que si lo hizo. Titular en los partidos más importantes, nunca perdió la esperanza de poder firmar una renovación que llegó cuando más difícil parecía una vez que la temporada había concluido. En su cabeza siempre estuvo la idea de prolongar su estancia en el Cádiz CF. Cuando llegó hace tres años tenía una de las fichas más bajas de la plantilla y ahora da un paso que se ha ganado con su esfuerzo en el campo y en el trabajo diario.

El defensa da un paso importante en su carrera. Forma parte de la historia de la entidad cadista al ser uno de los integrantes del plantel del ascenso y ahora se halla a las puertas de estrenarse en la máxima categoría del fútbol español para completar el doble salto mortal que hace vestido de amarillo y azul. De Segunda B a Primera con el desafío de la permanencia.