Uno de los factores que el Cádiz está llamado a aprovechar en la doble batalla definitiva contra el Bilbao Athletic es la experiencia. En una eliminatoria a priori equilibrada entre el campeón del grupo IV y el segundo clasificado del II (quedó por detrás del Huesca), el conjunto amarillo intentará imponer el oficio que se supone que le falta un adversario que si por algo se caracteriza es por el divino tesoro de la juventud. La edad media de una plantilla y otra refleja una distancia inusual entre dos equipos. Mientras el plantel cadista, compuesto por 19 efectivos, tiene 27 años justos, la nómina del filial del club vizcaíno, integrada por 22 futbolistas, apenas llega a los 21 (20,7, en concreto). Es decir, 6,3 años de diferencia entre uno y otro equipo. Entre los 513 años que suma la plantilla del Cádiz y los 457 que acredita la del Athletic B el trecho es una larga distancia de nada menos que 56 años, y eso que la entidad gaditana dispone de tres jugadores menos. Los 35 años de Sergio Mantecón y los 17 de Villalibre representan los polos opuestos de dos equipos que jugarán sus bazas para tratar de lograr el ascenso.

Doce jugadores del Athletic B no superan la veintena de años. Sólo uno, Magdaleno, con 24 años, es mayor de 23. En el conjunto amarillos, media docena alcanza la treintena y sólo hay tres sub'23.

Los cachorros de Lezama quieren hacer valer sus ganas de comerse el mundo, un valor aparejado a la juventud, y la posibilidad real de jugar algún día en el primer equipo. Juegan sin presión porque en los planes de su club no entraba en principio el ascenso a Segunda A al que no renuncia ahora.

Los jugadores del Cádiz disponen de la experiencia suficiente como para tratar de imponer el ritmo, de saber lo que hace en cada momento porque la sabiduría la dan los trienios acumulados sobre el césped.

Si los equipos repiten las alineaciones del último partido (Cádiz-Hércules y el UCAM-Athletic), la diferencia de la edad media entre un once y otro sería abismal. La de los amarillos sería de 28,4 años, mientras que la de los rojiblancos se quedaría en 20,5. Es decir, casi ocho años mayor el equipo gaditano, que nunca podrá esgrimir como excusa la falta de experiencia, ni por edad ni por batallar en esas lides.

Casi todos los jugadores del Cádiz han jugado alguna vez como mínimo una fase de ascenso a Segunda A y para los casi cachorrosse trata de su estreno en un play-off.