Cádiz CF

Lo defensivo, el talón de Aquiles

  • Los dos primeros amistosos reflejan que el esquema de Alberto Monteagudo flojea en la retaguardia y sufre cuando pierde el balón porque falta mayor rigor en una zaga que se presenta descompensada

El proyecto deportivo del Cádiz no ha hecho más que empezar, pero después de dos semanas de trabajo y sendos encuentros amistosos hay un aspecto que ha quedado claro en cuanto a los problemas defensivos del equipo, que se muestra espeso y tiene dificultades cuando se trata de cerrar su parte del campo. Todo lo contrario que en ataque, donde queda confirmado que hay variedad, calidad y, lo más importante, gol.

El empate ante el Conil (1-1) y la victoria frente al San Roque (1-5) permiten desarrollar un primer análisis de la cara inicial del Cádiz 2012-2013, que todavía está en fase de elaboración y adaptación. Monteagudo se mantiene fiel por su dibujo preferido, 1-4-1-4-1, aunque es cierto que a lo largo de ambos amistosos lo varió a fin de poner en práctica otras alternativas y, sobre todo, comprobar la capacidad de sus futbolistas para adaptarse a esos cambios sobre la marcha. Por lo tanto, el técnico no se aferra a ese esquema como único posible para la temporada. Sobre el campo del San Roque, ese dibujo lo plasmaron de inicio Bernabé, como portero; Francis (derecha), Víctor Ledesma, Garrido y Tomás (izquierda) como defensas; Titi Romero, como pivote defensivo; Guayre (derecha), Pablo, Sergio Ortiz y Nico Varela (izquierda), como centrocampistas; y Adrián Gallardo como referencia en ataque.

El juego ofensivo del equipo está aportando en dosis importante el nivel que cabe esperar con jugadores como Belencoso, Pablo Sánchez, Guayre y el olfato goleador de Adrián Gallardo, a los que se unen el resto entendiendo bien como se construye la fortaleza para que un buen ataque pueda llegar a ser una buena defensa. Hay que destacar la aportación que debe dar la talla de un jugador como Belencoso.

En labores defensivas, el talón de Aquiles del Cádiz hasta el momento, a Monteagudo le queda mucho trabajo por hacer, pero, además, espera como agua de mayo los refuerzos que puedan dar equilibrio a ese trabajo fundamental en una categoría como la Segunda B. Los dos amistosos han dejado patente que el equipo sufre cuando pierde el balón y que apenas es capaz de recuperarlo en la zona en la que lo perdió. Del mismo modo se producen demasiadas ocasiones en el área que defiende y tanto contra el Conil como en San Roque -dos equipos de Tercera División- ha encajado goles, que es otro dato que no agrada al entrenador. Restan 20 días hasta el arranque oficial de la competición y Monteagudo debe ajustar muchas piezas y conceptos para que su dibujo no se desmorone por las dificultades a la hora de defender. Hay dos puntos claves para la mejoría: los entrenamientos y próximos ensayos y partidos, y la llegada de refuerzos tanto para la posición de pivote defensivo como para el resto de la zaga.

Del amistoso en San Roque, también hay que destacar la aportación de los canteranos Víctor Ledesma y Tomás. El primero, que es central del Cádiz B, marcó un gol y causó una grata impresión al técnico, que lo llamó para el segundo encuentro amistoso. Por su parte, el lateral Tomás mostró mucho descaro el tiempo que jugó a pesar de su juventud (18 años).

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