A pesar de que acababa de certificar la permanencia virtual del equipo en Segunda División B, Raúl Agné no estaba con demasiados ánimos como para festejos y en sus palabras se notaba una sensación agridulce. "No es para celebrarlo, pero valoro lo que ha costado. Ha sido una situación difícil durante mucho tiempo", expuso en primer lugar el máximo responsable de la plantilla cadista.

La parte emotiva de su intervención fue cuando respiró de manera profunda para acordarse de Ramón Blanco. "Hay que dedicárselo a Ramón. Ha sido un lujo conocerle y le deseo lo mejor allá donde esté".

Regresando al análisis deportivo, se lamentó de las ocasiones desperdiciadas por sus hombres en la segunda parte. "Nuestro sino ha sido ese. Y eso que hemos empezado bien y que tras el segundo gol hemos estado más tranquilos a pesar de que ellos han estado apretando hasta el final".

Agné aclaró los motivos por los cuales decidió dejar en el descanso dentro del vestuario a Juan Villar, una sustitución que resultó un poco sorprendente. "A Villar lo he sacado porque no me gustaba como estaba", apuntó sin poner paños calientes a la decisión que había tomado.

A la pregunta de las sensaciones que existían en el vestuario después de conseguir la permanencia, Agné señaló lo siguiente: "Los jugadores están liberados; sé el esfuerzo que han hecho para llegar hasta aquí. Han sentido los colores y lo han demostrado hasta el final", añadiendo como versión más optimista que "vamos a disfrutar entre comillas todo esto pero sabiendo que queda un partido y vamos a tratar de despedirnos con un triunfo ante el Almería B".

En cuanto a su futuro, por el que fue interrogado, respondió de la manera esquiva de las últimas veces. "No toca hablar de mi futuro. He hecho lo mejor por este club y le deseo lo mejor al Cádiz esté o no Raúl Agné", concluyó el preparador aragonés del conjunto amarillo.