Cádiz CF

¡El Cádiz CF, un año más en Primera División! (1-1)

Escalante celebra el gol que marcó en Elche.

Escalante celebra el gol que marcó en Elche. / Manuel Lorenzo/Efe

El Cádiz CF logró su objetivo un año más. Se queda en Primera División. No cuajó su mejor su mejor actuación en el último encuentro de Liga, pero sumó en Elche el punto que necesitaba (1-1) y renovó la permanencia sin tener que depender de otros resultados.

El conjunto amarillo no corrió ningún peligro de descenso en toda la noche. Se adelantó pronto en el marcador y sostuvo un cordón de seguridad que también prolongó con el empate. La falta de consistencia defensiva le causó problemas, aunque salió airoso.

Ledesma y el VAR fueron los elementos claves de un partido desarrollado con la lógica tensión que iba aparejada a lo que había en juego. Esta vez sí funcionó el vídeo arbitraje, no como en el envite de la primera vuelta.

Sergio González apostó el mismo bloque que ante el Celta con la única novedad de Fede San Emeterio que no alteró el habitual 4-4-2 con el que afrontó la cita definitiva de la temporada.

Los gaditanos arrancaron con una tranquilidad que contrastó con la intensidad de los locales, aunque aprovecharon su primera oportunidad en el minuto 10, poco después de que Conan Ledesma repeliese el cuero tras una volea de Nteka.

El 0-1 llegó muy pronto en una segunda jugada tras una acción a balón parado. Iza Carcelén centró al interior del área en el saque de una falta, el esférico se estrelló en el poste y fue a parar a la frontal del área, desde donde Fede San Emeterio soltó un zapatazo que Gonzalo Escalante culminó con un taconazo en boca de gol dirigido al fondo de la portería.

Una exquisitez del argentino otorgó ventaja a un equipo amarillo que, pese a disfrutar de ese colchón de seguridad, no logró asentarse y le faltó soltura hasta el punto de ser superado por un rival envalentonado sin la más mínima presión.

Pese a su espesura, los amarillos generaron peligro. En el 22, un zurdazo de Bongonda fue abortado por Enzo Roco. En el 23, un doble remate a bocajarro de Sergi Guardiola y Lozano no se tradujo en gol de milagro. Todo ello con el contragolpe como principal argumento.

El aparente dominio de la situación se resquebrajó con susto mayúsculo a modo de aviso. En el 25, una pérdida de Bongonda en el centro del campo propició una rápida jugada de los locales, balón al área a la espalda de Espino, Lucas Boyé tocó para Tete Morente y el linense marcó con un potente derechazo. Después de tres minutos de incertidumbre, el tanto quedó invalidado tras el fuera de juego detectado por el VAR. Esta vez sí acertó, al contrario que en el choque de la primera vuelta.

El gol no subió al marcador pero sirvió de alerta para los foráneos porque el Elche se creció y no paró de buscar el área. En el 34, un grave error de Jorge Meré en la cesión atrás del cuero a Ledesma dejó solo a Lucas Boyé frente al arquero, que se agigantó para taponar el remate con una gran intervención. 

El partido caminó sin control con un Elche alegre en ataque que dejó espacios en la retaguardia. En el 35, Bongonda se coló veloz por la izquierda y sirvió el pase de la muerte a Lozano, que algo forzado remató fuera a puerta vacía.

Del posible 0-2 se pasó de nuevo a un gol anulado a los alicantinos en el 37. El VAR hizo justicia y sostuvo una vez más a los amarillos. Nteka marcó de cabeza pero Tete Morente, que había centrado al corazón del área, estaba en claro fuera de juego.

El Cádiz CF se empeñó en complicarse la vida. Desprendió señales de debilidad en la faceta defensiva. Justo antes del intermedio, Ledesma se erigió en salvador una vez más al repeler el balón con las manos y el pie tras un cabezazo de Tete Morente.

Entre el cancerbero y el VAR mantuvieron a flote a los andaluces, que se fueron al descanso con un 0-1 de valor incalculable que le colocaba a sólo 45 minutos de la salvación.

Los problemas defensivos no desaparecieron en la reanudación. En el 47, Tete Morante remató alto con Ledesma fuera de los palos tras una gran jugada de Nteka.

Los gaditanos concedieron mucho. No se sintieron cómodos y, aunque amagaron con una presión alta, se encerraron en su parcela para dejar correr el tiempo. Todo estaba a su favor menos el juego. Hasta le favorecían los resultados en otros estadios.

Intentar que no pasara nada fue el objetivo del un Cádiz CF que se volvió aún más defensivo cuando Sergio González quitó a Bongonda y Lozano y dio entrada a Fali e Iván Alejo. Roger Martí, que había saltado al césped poco antes, fue el único punta.

Con un 4-1-4-1 afrontaron los visitantes la última media hora del campeonato. Se protegieron al máximo, apenas miraron la portería contraria y el objetivo pasó por la desactivación de un adversario venido a menos. Con el nuevo dibujo y la frescura de los recién ingresados, los amarillos se sintieron más fuertes y por fin generaron peligro. En el 68, un testarazo de Roger Martí se escapó por poco por encima del larguero.

Pero el partido volvió a dar un giro. Cuando parecía que los amarillos iban a más, una nueva concesión defensiva permitió el Elche recobrar el pulso con un cabezazo letal de Lucas Boyé que se tradujo en el empate a uno en el 71.

El 1-1 dio vida a los locales y sembró de dudas a los visitantes, que no terminaban de aclararse mientras el margen para seguir dependiendo de sí mismo quedaba reducido a la mínima expresión. Los de casa se lanzaron a por el triunfo y los gaditanos se metieron atrás, nerviosos, con temblor de piernas.

La última medida desde el banquillo fue la entrada de José Mari y Momo Mbaye para apuntalar aún más el armazón defensivo. Se trataba de resistir en el último tramo. Cuanto más arriba, mejor para que el balón estuviera lejos de la zona de Ledesma.

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