El Cádiz CF dio un paso importantísimo para la ansiada permanencia en Primera División tras vencer 2-0 al Valladolid en un duelo intenso, tenso y complicado que Theo Bongonda resolvió a favor de los locales con una gran actuación y un gol espectacular con el que abrió el camino del triunfo antes de firmar otro para hacer un doblete en su gran noche, que también lo fue para todo el universo cadista.

Fue la noche de Bongonda, ese jugador llamado a ser el faro en ataque del Cádiz CF, marcado por la irregularidad a lo largo de la temporada y fantástico cuando más falta hacía.

No fue un choque nada fácil. Todo lo contrario. Tras fallar Rubén Alcaraz un penalti en la primera parte, los visitantes eran superiores en la segunda hasta que Bongonda fabricó uno de los goles de la Liga. El triunfo da un respiro a un Cádiz CF que llega a los 38 puntos con tres jornadas por delante para superar los 40. Se aleja del Valladolid, al que saca tres puntos más el 'goal average' particular, y mete seis al Espanyol a la espera de su partido de la 35ª jornada.

Sergio González sacó un once de vocación ofensiva que sufrió un contratiempo antes del comienzo. La tarde noche empezó torcida con la lesión de Fali durante el calentamiento previo al encuentro. El titán, desconsolado, tuvo que dejar su sitio a Jorge Meré, titular a última hora.

Pese a perder a uno de sus hombres con más carácter, los locales arrancaron con el motor a tope y la intención de llevar la iniciativa. El clásico 4-4-2 frente al 5-3-2 de los visitantes, protegidos atrás pero sin renunciar a cruzar.

La intensidad caminó de la mano de la precaución. Nadie arriesgó más allá de algún pase en profundidad sin consecuencias. Predominaron los servicios largos por alto en busca de segundas jugadas con prolongaciones de cabeza.

En el minuto 10 rompió por primera vez el Cádiz CF la telaraña blanquivioleta, pero el pase que de Sergi Guardiola que dejaba a Bongonda solo delante de Masip lo cortó Escudero en el último instante. En el posterior saque de esquina, Chris Ramos cabeceó alto por poco.

La doble ocasión, aunque el cuero no llegó a ir a puerta, animó a un cuadro local que empezó a conectar en ataque en buena medida por las apariciones de un hiperactivo Bongonda, protagonista por la derecha y a veces algo acelerado.

Cuando los amarillos se sentían más sueltos, un error defensivo de Jorge Meré en el 16 provocó el primer susto de los pucelanos cuando Sergio León entró solo en el área y a punto estuvo de disparar frente a Ledesma.

Salvo en acciones puntuales, era casi imposible general peligro en las áreas. Los dos equipos se emplearon a fondo para frenarse mutuamente con faltas tácticas. Parecieron compartir la instrucción de no dejar jugar.

Justo a la media hora por fin tiraron a portería los inquilinos del Nuevo Mirandilla. Su autor, Gonzalo Escalante, desde lejos y con el esférico a las manos de Masip poco antes de unas de esas jugadas que suelen consideradas claves en el devenir de un partido.

Chris Ramos se internó en el área con el balón y el árbitro interpretó que El Yamiq derribó al delantero al despejar el balón a córner. Causó sorpresa la decisión y un sinfín de protestas de los visitantes. El penalti pasó la prueba del algodón del VAR durante varios minutos y Rubén Alcaraz, ya en el 36, lanzó mal desde los once metros. Lo hizo con potencia aunque sin puntería porque mandó el balón al larguero.

Los de casa fallaron lo que no se debe fallar en un momento crucial de la temporada. Un penalti desperdiciado que podía haber cambiado el rumbo del encuentro, aunque no fue la única oportunidad que se fue al limbo antes del final del primer periodo.

En el 43, Bongonda, solo dentro del área tras un excelente pase de Espino, disparó desviado con todo a su favor para inaugurar el marcador. En la prolongación, de nuevo remató el belga y Masip evitó el gol justo antes del intermedio.

Se impuso la ley del cerocerismo en una primera parte equilibrada en la que los amarillos llevaron el peso sin acierto en la faceta más importante.

El ingreso al césped de Anthony 'Choco' Lozano por Chris Ramos fue la novedad en la reanudación, Sorprendieron los pucelanos con una salida ambiciosa. De hecho, el balón entró con frecuencia en el área cadista.

Le costó al equipo de casa meterse en dinámica en un duelo trabado, con numerosas interrupciones y la sensación de que el Valladolid iba a más y el Cádiz CF se atascaba. El partido se convirtió en una especie de cara o cruz y mientras los castellano-leoneses amagaban con el gol. En el 65, Larin remató desde el corazón del área tras un mal entendimiento entre Escalante y Luis Hernández.

Los anfitriones se estaban desinflando y Sergio González apostó por el músculo en la medular con Fede San Emeterio. Era momentos delicados, con un rival más entonado aunque inocentón arriba.

Cuando peor lo pasaban los amarillos, Bongonda se inventó el gol de su vida. Una obra de arte que puede valer una permanencia. Lo hizo él todo en el 69. Recibió el cuero en la derecha, dibujó una diagonal diabólica hacia el centro y cuando llegó a la frontal del área soltó un misil imparable con la zurda. El balón chocó con el larguero y fue a parar dentro de la portería.

El 1-0, un auténtico golazo, cambió por completo el decorado. Los anfitriones no sólo recobraron el pulso sino que además no tardaron en duplicar la ventaja. Con los pucelanos volcados, una contra mortal derivó en un claro penalti por derribo de Javi Sánchez a Lozano dentro del área.

Era la noche de Bongonda y él fue quien tomó el balón con determinación para transformar la pena máxima en el 76. Tiró junto a un poste, fuera del alcance de Masip. Con el 2-0, el Cádiz CF tenía el partido en el bolsillo y se puso aún más de cara cuando Hongla fue expulsado en el 79 por propinar un codazo a Lozano.

Los de casa supieron jugar con el tiempo y cuando hubo algún problema emergió Ledesma para dejar las cosas en su sitio. En el alargue, evitó el 2-1 con una gran parada tras un remata a bocajarro de Javi Sánchez