Cádiz-Alavés

El Cádiz CF se hace el harakiri (0-2)

Alberto Perea intenta desbordar a Loum en un lance del partido.

Alberto Perea intenta desbordar a Loum en un lance del partido. / Jesús Marín

El Cádiz CF hizo lo todo lo que debía salvo errores monumentales que llevaron a la ruina. Lo intentó pero pagó muy caro en gol que recibió al comienzo para sumar una derrota ante el Deportivo Alavés, que no había sumado un punto ni había marcado a domicilio hasta que llegó al antiguo Carranza. El 0-2 no reflejó lo sucedido sobre el tapete, pero lo que cuenta son los aciertos. Y Cádiz CF hace de todo menos acertar.

No mereció semejante castigo el conjunto amarillo, de menos a más. Una mala primera parte y una segunda con clara mejoría que fue insuficiente ante un adversario que se defendió sin fisuras. Un cruel varapalo en el peor momento, ante un rival directo que se toma un respiro mientras los gaditanos se acercan aún más a la zona de descenso. Siete puntos de 30 es uan coseha demasiado escasa.

Peor no pudo empezar el partido para los locales, desplegados con un 4-4-2 con Fali una vez más en la media y Alberto Perea y Álvaro Negredo como novedades en el once. Como si hubiesen salido perdiendo del vestuario. Casi no hubo tiempo ni para el tanteo. No se habían cumplido cinco minutos desde el pitido inicial cuando Tomás Alarcón cometió la imprudencia de tocar levemente a Joselu dentro del área. Pierna con pierna.

Javier Alberola Rojas, el árbitro que la pasada temporada no pitó un clarísimo penalti cometido sobre Alberto Perea en el duelo ante el Granada, esta vez no tuvo ninguna duda para señalar pena máxima contra los amarillos. Un penaltito. El propio Joselu no perdonó desde los once metros con un lanzamiento por el centro.

El madrugador 0-1 fue un mazazo que situó al Cádiz CF en la dura realidad. El plan saltó por los aires desde el principio. Un equipo que juega a no recibir goles se vio por debajo en el marcador, eso sí, con todo el tiempo por delante para levantarse.

No le quedó otra que tomar la iniciativa al conjunto de casa, que se apoyó en la habilidad de Perea por la izquierda, frenado por los visitantes y el propio colegiado, que dejó de señalas alguna falta clara sobre el albaceteño.

Son de sobra conocidas las dificultades de los gaditanos a la hora de atacar, una vez más de manifiesto como una maldita costumbre. Con más posesión de balón que el rival, hasta el minuto 24 no logró generar una jugada peligrosa con un disparo de Sobrino que ni siquiera encontró puerta. Poco antes, Luis Rioja había llevado el cuero hasta el poste con un centro muy cerrado.

Los de Álvaro Cervera presionaron arriba, fueron a por el empate pero con más voluntad que acierto y se estrellaron contra la eficaz muralla alavesa. En el 29, Negredo recibió un codazo de Laguardia dentro del área pero esta vez el colegiado no tuvo el celo que sí había mostrado en el área cadista.

No daba la sensación de poner nivelar balanza. Estuvo más cerca el 0-2 que el empate cuando, a la media hora, Espino llegó a lo justo para para entorpecer el remate de Pellistri, solo delante de Ledesma.

Los locales se animaron en la recta final de la primera parte pero sin llegar a poner el esférico entre los palos. Salvi apareció por la derecha y las posibilidades de gol fueron a balón parado. Tomás Alarcón remató fuera dese el corazón del área en una segunda jugada tras un saque de esquina (en el 37) y poco después (en el 39) Víctor Chust cabeceó alto tras un centro producto de una falta.

El descanso irrumpió con un escaso bagaje ofensivo, insuficiente siquiera para aspirar a una igualada.

La segunda mitad arrancó con la reconstrucción del centro del campo del Cádiz CF. Cervera apostó por Jens Jonsson y Álex Fernández y Fali bajó al eje de la zaga. Salieron en modo arrollador los de casa, como si se jugasen la vida.

Parecía otro equipo el amarillo con empuje y brotes de calidad, como los que pusieron Alberto Perea y Negredo, el primero con una jugada de fantasía digna de Messi a la que faltó un rematador. El segundo, con una espectacular chilena que no fue gol por la excelente parada de Pacheco. Fue el primertiro a puerta del Cádiz CF. Todo ello antes del minuto 50.

Lo intentó de todas las formas posibles un equipo que derrochó esfuerzo y atacó con nunca lo había hecho en el global de los nueve partidos anteriores.

El problema fue la falta de gol entre tanto asedio por todos lados. El Cádiz CF hizo todo lo que tenía que hacer menos lo más importante. Casi marcó Alberto Perea en el 62 tras una cesión fallida de Ximo Navarro a Pacheco. El balón lo sacó Laguardia justo en la línea de gol.

El tiempo empezaba a correr demasiado rápido y no llegaba el empate en un partido que se volvía loco mientras el cuadro vasco se asomaba a la contra. En el 66, Edgar Méndez marcó pero el tanto fue anulado por un fuera de juego que no admitía debate.

La persistencia de los anfitriones hizo posible alguna ocasión más. Un libre directo lanzado por Iza Carcelén que acabó con el cuero en las manos de Pacheco, una nueva chilena de Negredo con el mismo resultado...

Y también la opción de Alavés de aumentar su renta, como un par de remates de Joselu que se topó con la agigantada presencia de Ledesma. Lozano y Álvaro Jiménez fueron los últimos recursos desde el banquillo en el arreón final. Pero lo que pasó al final fue pura tragedia. En el 91, grave error de Ledesma al ceder el balón a Haroyan y el armenio flojeó ante De la Fuente, que sirvió a Joselu para que éste definiese con eficacia al fondo de la portería.

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