Cádiz CF

El Cádiz CF sale vivo de Mallorca (1-1)

Iván Alejo y Fali cierran el paso a Jaume Costa.

Iván Alejo y Fali cierran el paso a Jaume Costa. / Cati Cladera/Efe

El Cádiz CF sobrevivió en Mallorca gracias a un golazo de falta de Rubén Alcaraz que no sirvió para vencer pero sí para sumar un empate (1-1) con el que al menos mantiene por debajo a un rival directo por la permanencia. Eso sí, encadena una decena de jornadas sin ganar y las sensaciones siguen sin ser del todo buenas.

En duelo tan intenso como feo, los amarillos no lograron hacer bueno el tempranero tanto de Alcaraz, replicado por Abdón Prats poco antes del descanso. Marcó a balón parado el cuadro gaditano y no hizo más en ataque. Se encomendó a la defensa y agarró un punto para llegar a los 11 y colocarse de nuevo con tres por encima de la zona de descenso que abre el Celta de Vigo, su próximo contrincante en Balaídos en el próximo lunes 4 de diciembre.

Sergio González cambió el dibujo en relación al envite ante el Real Madrid al pasar de una defensa de cinco hombres al clásico 4-4-2. El técnico también hizo rotaciones en la alineación con hasta seis novedades, alguna obligada como la primera titularidad liguera de la temporada de David Gil.

Los amarillos sufrieron el asedio de su área en los compases iniciales de un adversario que arrancó con mayor aceleración enchufado. La manera de combatir la salida en tromba fue el cierre de espacios en campo propio mientras trataba de romper la timidez en ataque. Lo consiguió a lo grande en el minuto 11.

Y es que la primera llegada arriba se tradujo en el 0-1. Pura efectividad. Fue un golazo de libre directo que llevó la autoría de Rubén Alcaraz. Una falta sobre Iván Alejo antes del semicírculo del área la ejecutó el centrocampista (estrenó su cuenta anotadora este curso) de forma magistral con un derechazo imponente desde más de 24 metros con el que alojó el balón en la portería tras estrellarse violentamente en el larguero.

No pudo empezar mejor el encuentro un Cádiz CF que casi sin hacer nada se vio de golpe y porrazo con una ventaja que era todo un tesoro que se dispuso a custodiar. La cuestión era cómo, si defender en exclusiva o buscar una renta mayor que aportarse más tranquilidad.

El empuje de los locales obligó a los visitantes a meterse atrás con esporádicas salidas a la contra, sin crear opciones para poner a prueba a Rajkovic. Tampoco tuvo que intervenir David Gil en la primera media hora. Sergi Darder avisó en el 32 con un zapatazo lejano que llevó el esférico a la grada.

El acoso de los bermellones fue en aumento en la recta final de la primera parte ante un Cádiz CF ordenado aunque sin dar la sensación de poder hacer algo más que destruir. Muy poca cosa. Cada acción era como si no hubiese mañana por ambos bandos. Se respiraba tensión sobre el verde con lo que se jugaban las dos escuadras.

La primera ocasión clara del Mallorca llegó en el 38 fruto de un resbalón de David Gil cuando recibió un pase de un compañero, aunque reaccionó con celeridad para taponar el remate de Larin, que le había hecho falta en la puga por el balón.

En el 40 sí que tuvo que emplearse a fondo David Gil para evitar el empate cuando repelió el cuero en el mano a mano con Sergi Darder, que se había plantado solo delante de la portería. Tras el despeje del arquero, Larin cabeceó alto algo forzado con toda la portería para él.

Los gaditanos se vieron desbordados en el último tirón antes del intermedio y la ventaja adquirida al principio se difuminó en el 45 con un testarazo de Abdón Prats desde el corazón del área. El delantero ganó el salto a iza Carcelén y su remate fue inapelable, esquinado y lejos del alcance de David Gil para poner el 1-1.

Un Cádiz CF demasiado conservador pagó su desgana en ataque, pero la última palabra antes del intermedio la tuvo Álex Fernández, que ajustó tanto su disparo a una portería sin cancerbero y con dos zaguero que se marchó fuera. Una ocasión clarísima desperdiciada. No se hicieron los amarillos acreedores a tanta recompensa.

El empate de los locales antes del descanso fue todo un aviso. Todo estaba abierto para la segunda mitad que el cuadro andaluz sí quiso empezar con intenciones más ofensivas. Y para no perder costumbre, una nueva lesión. Poco después de la reanudación, Iza Carcelén pidió el cambio y se fue cojeando de la pierna izquierda.

La voluntad de hacer algo más en ataque no terminada de dar frutos. En el 60, Iván Alejo reclamó penalti por agarrón de Copete dentro del área que existió pero quizás sin la intensidad necesaria para que el árbitro señalase el punto fatídico. Un minuto después, un flojo tiro de Machís acabó con el cuero entre los brazos de Rajkovic. El venezolano pasó sin pena ni gloria por Son Moix y dejó su sitio a Sobrino, que saltó al césped a la vez que Chris Ramos con media hora por delante.

El juego era muy pobre por parte de los dos equipos. Lucha sin tregua, un sinfín de interrupciones y sin apenas ocasiones en un duelo abocado a la incertidumbre hasta el final.

No había manera de que el Cádiz CF tirase a puerta en condiciones y Javi Hernández casi marcó el gol de su vida en el 68 con una falta que lanzó desde su campo con la que estuvo a punto de sorprender a Rajkovic. Replicó en el 71 Valjent con un remate al poste en una acción invalidada por un fuera de juego dudoso.

Brian Ocampo y Sergi Guardiola fueron las últimas apuestas desde el banquillo para un partido con pinta de empate porque ninguno de los dos hizo méritos para ganar. El Mallorca apretó de lo lindó en los últimos minutos pero no se movió el marcador gracias al paradón de David Gil en el 97 tras un latigazo de Llabrés desde el balcón del área.

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