Cádiz CF

El Cádiz CF pasa del sueño a la pesadilla (3-2)

  • El conjunto gaditano desperdicia dos goles de ventaja y acaba perdiendo ante un Atlético de Madrid con pegada

Javi Hernández cabecea el balón ante Griezmann.

Javi Hernández cabecea el balón ante Griezmann. / Juanjo Martín/Efe

El Cádiz CF llegó a soñar con la primera victoria de su historia en el terreno del Atlético de Madrid pero la noche acabó en pesadilla. Ganaba 0-2 antes de la media hora aunque no pudo resistir los embates de un contrincante muy superior que mostró una pegada descomunal y dio la vuelta al marcador hasta el definitivo 3-2. A la hora de la verdad, se notó la diferencia de potencial entre las dos escuadras.

Los visitantes desperdiciaron sus opciones con desconexiones defensivas que fueron determinantes, como el gol que recibió en el primer minuto de la segunda mitad o la contra que las que fueron sorprendidos en la acción del 3-2.

El Cádiz CF dio la cara pero se quedó con la miel en los labios. Y para no perder costumbre, volvió a perder en feudo colchonero. Será difícil que tenga otra oportunidad como la que dejó escapar con dos goles de renta que no pudo administrar. Al final, derrota que entraba dentro de la lógica.

Más que rotaciones, lo que hizo Sergio González fue una revolución en el once con seis variaciones respecto al envite anterior y la primera titularidad de cuatro futbolistas Joseba Zaldua (se estrenó este curso), Rominigue Koaumé, Lucas Pires y Rubén Sobrino.

Arriesgó mucho el técnico con tantos movimientos y la inclusión de jugadores con escaso protagonismo y además modificó el dibujo al colocar una defensa de cinco hombres con Javi Hernández como tercer central.

La poblaba defensa se resquebrajó a las primeras de cambio. Antes de los cuatro minutos iniciales se plantó Griezmann dos veces solo ante Ledesma. Su primer disparo estrelló el balón contra el poste y el segundo lo sacó el arquero en el mano a mano.

Se libraron de milagro los visitantes, demasiado atrás y con Chris Ramos como una isla a la contra. Los rojiblancos imprimieron un ritmo de vértigo difícil de aguantar. Querían solventar el duelo por la vía rápida como la pasada temporada. Pero todo un giro en un abrir y cerrar de ojos.

El Cádiz CF pasó del sufrimiento extremo a inaugurar el marcador en su primer remate en el minuto 12. Tras un robo en tres cuartos, Rubén Alcaraz sirvió a la derecha a Chris Ramos, que puso una asistencia mortal de necesidad que Lucas Pires culminó a puerta vacía. 0-1. El gol, muy protestado por los locales por una falta de Zaldua a Riquelme antes del inicio de la jugada, pasó el filtró del VAR.

El tanto fue toda una sorpresa que hizo ganar en confianza al conjunto amarillo, que lució la equipación verde. Hasta se atrevió a presionar arriba en determinados momentos.

Como era de esperar, el equipo modesto se dedicó a proteger el valioso resultado con el objetivo de que pasase el tiempo sin que nada sucediese en su área sin renunciar. De hecho, Fali se quedó a centímetros de marcar el gol de su vida con un disparo desde su campo que pasó por encima de Oblak pero se marchó fuera por muy poco.

Griezmann estuvo cerca del empate en el 26 con el lanzamiento de un libre directo que se perdió cerca del larguero. Pero en el 27, nuevo golpe de efecto de los gaditanos. Fue en una acción tan simple como efectiva. Ledesma sacó de puerta en largo y Azpilicueta convirtió en un pase un toque de cabeza hacia su área que Roger Martí aprovechó para batir a Oblak con una majestuosa vaselina.

El 0-2 era para frotarse los ojos aunque aún quedaba más de una hora de partido que iba a ser un continuo asedio de los locales, que no tardaron en reaccionar. En el 31, justo después de ganar Ledesma un mano a mano a Correa, el ariete marcó con un certero testarazo tras un centro medido al área de Azpilicueta.

El 1-2 llegó además con la mala noticia de la lesión muscular de Fali, obligado a abandonar el tapete para dejar su sitio a Momo Mbaye, debutante esta campaña. Los andaluces encararon el resto del choque sin sus dos centrales titulares (tampoco estaba Luis Hernández).

El apretador marcador añadió un plus de incertidumbre. ¿Sería capaz el Cádiz CF de aguantar? Construyó un muro con dos líneas con las que tratar de resistir. El encuentro hasta el intermedio se desarrolló casi por completo en su parcela y el dueño del esférico fue un Atlético frenado por la eficacia en la destrucción de los gaditanos.

El 1-2 imperó al descanso tras un primer acto soñado por los de Sergio González, desplegados con orden a la espera del segundo asalto que se presentaba aún más complicado. Los amarillos salieron con dos caras nuevas, Escalante e Iván Alejo, ubicados con un 5-4-1

La segunda parte comenzó de la peor manera, con el tanto del empate antes del primer minuto. Una endeble defensa de Momo Mbaye y Javi Hernández propició dos remates. El primero de Marcos Llorente lo salvó Ledesma pero el segundo de Nahuel Molina trasladó la pelota al fondo de la portería tras rebotar en el lateral zurdo en línea de portería.

El Cádiz CF pagó con el 2-2 su nefasto arranque en la reanudación. Fue uno de esos goles considerados claves. Tranquilizó a los de casa y dejó sin margen de error a los visitantes, que habían dilapidado dos goles de renta.

El sufrimiento estaba garantizado. En el 51, Ledesma evitó el tercero con un paradón tras un disparo colocado de Griezmann.

Los gaditano no desprendían buenas sensaciones, metidos muy atrás e incapaces de traspasar la línea central con un mínimo de peligro. Por fin lo consiguió en el 57 con cabezazo de Chris Ramos a centro de Lucas Pires que obligó a Oblak a intervenir para impedir el 2-3.

El Cádiz CF llegó vivo a la última media hora aunque abocado a rayar la perfección para al menos llevarse un punto. Se encerró sin miramientos pero se dio de bruces con la dura realidad cuando en un intento de estirarse con una presión alta sufrió un contragolpe mortífero. Los rojiblancos movieron el cuero con rapidez de lado a lado, el sistema defensivo saltó por los aires y Correa empujó a placer en boca de gol para poner el 3-2 y firmar la remontada.

Sergio González reaccionó con la apuesta por Maxi Gómez y una defensa que pasó a ser de cuatro hombres. Ya no había nada que perder. Se fueron arriba los visitantes en busca del empate ante un Atlético que guareció atrás y fabricó varias oportunidades a la contra.

Fue imposible derribar la muralla colchonera por más que lo intentó un Cádiz CF apuró hasta el pitido final con algunos centros pero sin remates. Los visitantes apenas existieron en ataque en la segunda parte.

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