Cádiz CF

Andone invita a otra ronda de Copa (0-1)

  • Un gol del rumano mete al Cádiz CF en la próxima eliminatoria tras superar por la mínima al Albacete en un partido discreto

Martín Calderón ante Nando en el Albacete-Cádiz

Martín Calderón ante Nando en el Albacete-Cádiz / Cádiz CF

El Cádiz CF hizo lo justo y necesario para meterse en la tercera ronda de la Copa del Rey. Venció 0-1 al Albacete en un partido discreto e igualado resuelto en una acción a balón parado, la única manera que tuvieron los visitantes de llegar con peligro al área contraria.

No fue nada vistoso el partido. Todo lo contrario. Un choque feo, con escasas oportunidades. Orden defensivo, balón parado y se acabó. A por el siguiente cruce el próximo 6 de enero gracias al gol de Florin Andone, que se reivindicó en el estreno de su cuenta anotadora como jugador del conjunto amarillo.

Como era previsible, Álvaro Cervera realizó numerosas rotaciones. Cambio el equipo casi entero y sólo Carlos Akapo y Fali repitieron titularidad en relación al envite ante el Granada. Eso sí, en posiciones distintas. El lateral paso a la izquierda y el valenciano de central a la media. La novedad fue el estreno en el primer equipo de Raúl Parra y la aparición en el once de Florin Andone como pareja de Negredo en punta.

Con un 4-4-2 muy definido se plantó sobre el tapete un Cádiz CF que salió aletargado, como si no fuese un encuentro oficial, superado en la media y con algún que otro problema en defensa. Arrancaron los visitantes con una marcha que menos que su oponente. De hecho, los manchegos, valientes y con calidad en el manejo del cuero, parecieron el equipo de Primera y los amarillos, vestidos de azul, los de la antigua Segunda B.

El balón fue para los de casa y los de Cervera se metieron atrás ante un rival de dos categorías por debajo. El queso mecánico fue el que se asoció arriba y no vio puerta de milagro antes del primer cuarto de hora cuando Arasa, completamente solo delante de David Gil, mandó el esférico al poste. Todo un aviso.

Pero en el fútbol lo que cuenta son los goles y los andaluces, a las primeras de cambio, se adelantaron en el marcador en una acción a balón parado. En el minuto 20, Martín Calderón sacó de esquina y Andone conectó un certero cabezazo con el que firmó el 0-1. El balón tocó en un poste y se coló en la portería.

El rumano, con papeletas para salir en el mercado de invierno, se estrenó como goleador cadista con un tanto que hizo las veces de despertador. El Cádiz CF se metió en el partido, incluso se atrevió con una presión alta con cuatro hombres.

Ocasiones, pocas, muy pocas. En el 33, un tiro de Fali desde el centro del campo no dio en la diana por poco. En el 34, el portero llegó al balón una décima de segundo antes que Andone en el interior del área. Nada más.

A los gaditanos les bastó con un solo remate a puerta para marcharse al descanso con una ventaja por la mínima. Marcó en la prolongación Akapo de nuevo en una acción a balón parado (como más hizo daño el Cádiz CF), pero el gol fue anulado por fuera de juego.

El duelo equilibrado en los 45 minutos iniciales se decantó hacia los foráneos gracias a su eficacia en la estrategia. Esa fue la única diferencia ante el entusiasmo de un Albacete con vocación ofensiva.

El Cádiz CF apretó arriba en la reanudación para intentar neutralizar el juego de toque de un Albacete obligado a dar un paso más en busca del empate.

El paso de los minutos favoreció los intereses de los gaditanos, con más espacios para montar la contra pero con dificultades para dar el golpe definitivo a la eliminatoria. De hecho, fueron los locales los que más empujaron y Akapo, en el 58, evitó el gol tras un derechazo de Johannesson dentro del área.

Momentos de apuros y abocados a la defensa ante las dificultades para generar en ataque. En el 61, un flojo disparo de Negredo acabó con el balón entre los brazos Rosic. Muy poco ofrecieron los de Cervera arriba y todo quedó a expensas de su capacidad para destruir.

El orden se erigió en el principal argumento para aguantar el tirón porque el Cádiz CF apenas existió en ataque. Sus escasas apariciones fueron a balón parado. En el 74, Osmajic cabeceó fuera una falta sacada por Álvaro Jiménez.

En la recta final, con los manchegos volcados a la desesperada, los espacios que dejaron los locales fueron un invitación para sentenciar, pero la falta de acierto propició un desenlace. En el 85, Sobrino envió el cuero a la luna con un remate en boca de gol. Y al filo del 90, tras una jugada a balón parado, el arquero local hizo un paradón tras un testarazo de Osmajic, muy activo en los minutos que estuvo sobre el tapete.

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