El consejo de administración del Cádiz mantuvo el lunes su habitual reunión de primeros de mes en la que, entre otros asuntos, acordó solicitar un informe a la dirección deportiva sobre Dani Miguélez.

El club perdió la batalla con el portero en el intento de obtener su baja federativa para fichar otro cancerbero que cubriera la ausencia del canterano, que se encuentra en fase de recuperación de su hombro derecho después de la lesión que sufrió en Yecla a principios de febrero. "Ahora de lo que se trata es de que se ponga bien cuanto antes", indicaba ayer a este periódico el presidente del Cádiz, Enrique Huguet antes de confirmar que el club ha encargado un informe a Roberto Suárez "por si hubieran podido producirse situaciones al margen del reglamento de la entidad".

No entró el mandatario cadista en esas posibles situaciones, pero considera que debe comprobarse "si es así o no". La relación entre el club y Miguélez está siendo complicada y el meta quedará desligado de la entidad a finales de junio si el equipo no consigue dar el salto a la categoría de plata.

Por otro lado, el presidente se muestra optimista sobre el futuro inmediato del equipo. "Tengo mucha confianza, si alcanzamos la fase de ascenso estoy seguro de que el Cádiz va a ser muy competitivo".

Para llegar a ese primer objetivo, "hay que ir pasito a pasito cada jornada" y el primero de ellos es tratar de derrotar al Caravaca el próximo domingo.

"Lo importante es que hemos vuelto al sitio. La suerte hay que buscarla con el trabajo que está desarrollando el equipo", añadía un esperanzado Huguet mientras recordaba que "contra los rivales fuertes siempre hemos dado la cara". Cuidado, que el domingo llega al estadio Carranza un equipo modesto.