Sí pero no. Es la mejor manera de resumir las impresiones de Álvaro Cervera tras el empate sin goles ante el Rayo Vallecano. La mejoría se prolonga en la misma medida que la crisis de resultados se alarga.

"El partido ha sido como esperábamos. El Rayo es peligroso, te crea ocasiones de la nada y había que evitarlo. Eso ha salido bien. Al final de la segunda parte se han acercado, pero antes tuvimos tres o cuatro muy claras. El partido, en líneas generales, estaba más cerca de ganarlo que de perderlo. El equipo ha dado un bajón al final pero es normal porque ha tenido menos entrenamientos y además muchos jugaron el martes (Copa del Rey). Hay que llegar a los minutos finales con ventaja para no sufrir. Hemos sufrido las circunstancias", resumió el entrenador del Cádiz, quien recordaba que "hemos hecho partidos muy malos, pero hoy (ayer para el lector) no era de esos porque hemos tenido hasta ocasiones claras". "Es lo que firmaríamos antes de cualquier partido, tener más ocasiones que el rival. Nos cuesta ganar los partidos y hay que continuar y pensar que estos partidos algún día los ganaremos".

La falta de puntería estuvo presente en su valoración. "Lo normal es que Álvaro y David (Barral) las metan, aunque al final hemos tenido un poco de bajón. Llevamos 80 entrenamientos y hay jugadores que han hecho 40 ó 45, y eso se nota. El equipo físicamente no puede dar lo que quiere dar. Físicamente no hemos sido todavía el equipo que queremos", añadiendo que Perea, por ejemplo, representa uno de los casos de esas carencias. "Sabemos lo que puede dar, pero si viene la apendicitis, la gastroenteritis y el problema de cuádriceps, lleva muchos menos entrenamientos. Y eso se nota. Cuando va a la pelea y debe chocar cuerpo a cuerpo siempre se la lleva el contrario. Es un jugador muy bueno y en Cádiz va a gustar su forma de jugar", recalcó Cervera.

La lesión de Abdullah, otra más en un primer trimestre de competición para olvidar, fue una pregunta esperada. "Tiene un problema en una pierna. Siente que se le duerme y a los 25 minutos se le dormía y había que cambiarle. Ya le habían hecho pruebas y no le vieron nada", añadiendo que "estoy preocupado con las lesiones".

Tras aclarar que los descartes de Brian Oliván y Aitor García se debieron a "una decisión técnica" y recalcar que "era un buen partido para Lucas Bijker", admitió que los sentimientos que le quedaban no eran favorables. "El próximo domingo puede ser lo contrario, pero hoy (ayer para el lector) hay que irse apenado pero no podemos reprochar nada a nadie. Lo que hay que seguir es en la línea, hay que llevar una línea más homogénea".