El Cádiz CF logró salvar un punto sobre la bocina en el partido contra el Mallorca en el Nuevo Mirandilla. El equipo amarillo sigue sin ganar aunque el empate en el minuto 93 dejara un sabor agradable ya que se veía muy cerca una nueva derrota tras salir de inicio con sólo dos novedades respecto al once de Villarreal: Cala y Perea.

El gol del equipo balear llegó sobre la media hora de partido. Una vez más, para no perder costumbre, una acción a balón parado se convertía en una condena. Balón al área, pasividad absoluta de la zaga, Cala no llega al balón y Baba, complemente solo delante de la portería, fusiló a placer para poner el 0-1.

Tras el gol de los visitantes, el Cádiz reaccionó con muchas ganas al ataque. Lozano tiró del carro arriba y una jugada suya, en el 32, dejó solo a Sobrino solo delante de Reina con un remate que llevó el cuero al larguero tras tocarlo el portero. Una mezcla de mala suerte y falta de acierto del delantero, algo acelerado en sus intervenciones. Mereció el Cádiz CF un empate que no logró antes del descanso.

En la segunda parte, todo parecía salir al revés pese a intentarlo y las jugadas de auténtico peligro fueron a cuentagotas. La jugada clave llegaría en el 70' con el VAR como protagonista. Primero, Espino sufrió una clara falta en la banda no señalada por Pizarro Gómez, el balón siguió en juego e Iza Carcelén derribó a Dani Rodríguez cuando se marcha solo hacia la portería defendida por Ledesma.

El árbitro expulsó al portuense pero desde el VAR le avisaron de la falta anterior sobre Espino. Tres minutos duró la revisión en el monitor hasta que rectificó y anuló la cartulina roja.

A partir de ahí la tensión subió y todo daba a entender que el partido iba a acabar con la derrota de los de Álvaro Cervera. Pero, en el tiempo extra, Lozano penetró en el área tras una pared con Negredo y fue derribado por Baba. Penalti claro transformado por el propio Negredo con un lanzamiento duro y raso para que el balón entrase por el centro. 1-1 que da un poco de oxígeno.