El Cádiz CF rescató un punto en el minuto 96 en su estreno en el campeonato frente al Levante (1-1). Un gol de fe del Pacha Espino igualó el tanto inicial de Morales para dar un empate muy trabajado a los cadistas, que fueron de menos a más en el encuentro.
Cervera apostó por la base del pasado curso, con Haroyan y Tomás Alarcón como únicas novedades en el once. Pese al empuje de la afición, a los cadistas les costó coger el ritmo al partido y apenas pudieron inquietar al Levante en el primer periodo. Sí lo lograron con una inteligente jugada a balón parado, pero Negredo anotó en fuera de juego y el tanto no subió al marcador.
El que sí subió al electrónico fue el golazo del incombustible Morales, que en el minuto 38 recibió en la frontal del área, se buscó el hueco para el disparo y soltó un zapatazo imparable para Ledesma. El gol dejó algo tocado al conjunto amarillo y dio alas al Levante, que pudo incluso ampliar la renta antes del paso por vestuarios.
Los cambios animaron al equipo de Cervera tras el descanso, aunque a los gaditanos les costaba un mundo poner en apuros al meta granota. Un cabezazo de Haroyan que Aitor Fernández sacó abajo con un paradón estuvo a punto de e quilibrar el marcador, mientras que Morales a cinco minutos del final pudo sentenciar pero se topó con el palo.
Cuando ya la derrota parecía inevitable, el Pacha Espino nos vino a recordar que este Cádiz no negocia la lucha y rescató un punto que sabe a gloria en el último suspiro del encuentro. El uruguayo se vistió de killer para recoger un centro desde la banda derecha y clavarla en la meta de Aitor, desatando la locura en el Nuevo Mirandilla. Y con ese buen sabor de boca se marcharon los aficionados cadistas en su regreso oficial al templo casi año y medio después.
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