El Cádiz CF se agarra a Primera División. Cogió aire con una justa victoria (1-0) sobre el Granada el viernes 29 de marzo en la apertura de la trigésima jornada de Liga. El conjunto amarillo fue superior y puso más ganas que un rival que sólo dio señales de vida cuando se vio con un gol en contra. Se notó quién cree en la permanencia y quién ha bajado los brazos.

No debería haber sufrido tanto un Cádiz CF que acumuló ocasiones de sobra para haber ganado de manera más holgada. Con esos tres puntos de oro, hundió del todo a un rival directo y mete presión a los que van por delante. Se coloca a dos de la salvación a la espera del desarrollo de la jornada.

Mauricio Pellegrino se mantuvo fiel al bloque por el que se inclina en los últimos tiempos con un par de retoques: Fali regresó al eje de la zaga en lugar de Aiham Ousou (no trabajó con el plantel en El Rosal en dos semanas que pasó con la selección de Siria) y Chris Ramos ocupó la plaza del lesionado Maxi Gómez.

El habitual 4-4-2 del técnico argentino se topó con una defensa de cinco hombres por la que apostó José Ramón Sandoval en su estreno en el banquillo del Granada. Una batalla de sistemas con un arranque igualado en una noche desapacible con la incómoda presencia del viento.

No era el día adecuado para especular ni para volverse loco. Los dos necesitaban los tres puntos en su desesperada puja por la salvación. Los dos rivalizaron en desaciertos a la hora de exponer la pelota aunque los de casa fueron a más. Los locales se hicieron con el mando poco a poco. Empezaron a tocar y tocar y a llegar al área. En el minuto 13, reclamaron penalti por un empujón de Bruno Méndez a Sobrino que el árbitro interpretó como una carga.

En el 15, en la primera ofensiva, un flojo cabezazo de Chris Ramos llevó el balón a las manos de Batalla en el primer aviso digno de mención. En el 22, el cuero se paseó delante de la portería sin que nadie lo rematase tras un centro raso de Rubén Alcaraz.

Poco después, casi sin respiro, la primera aparición de Juanmi en el área se tradujo en un disparo con el balón atrapado por el arquero. A continuación, Batalla evitó el primer tanto de la noche tras un latigazo de Robert Navarro. El extremo comenzó en la derecha pero, con libertad de movimientos, se incrustó en la franja de tres cuartos en busca del desborde y la asociación.

Se acumularon las oportunidades a falta del gol. Insistieron los amarillos con una presión asfixiante que les permitió recuperar el balón con facilidad y jugar casi todo el tiempo en la parcela de un equipo nazarí al que le costó salir de su zona. En el 34, Juanmi cabeceó fuera tras un centro de Sobrino.

La puntería es lo único que faltaba para abrir el marcador porque las llegadas al áreas se sucedían con frecuencia. No aprovechó el Cádiz CF su mayor posesión de balón ni la interminable secuencia de centros al área. El cerocerismo imperó en una primera parte de superioridad local sin recompensa. Necesitaba el Cádiz CF algo más que dominar en la reanudación para aspirar al triunfo. Y ahora con el fuerte viento en contra que añadió más dificultad a la misión.

La presencia de Álex Fernández en lugar Kouamé (con molestias en un abductor) fue la novedad de los locales al inicio de una segunda mitad en la que se mantuvo la dinámica. El Cádiz CF empujó de lo lindo y no tardó en marcar el gol que tanto estaba buscando.

Fue un golazo desde el origen hasta su ejecución. En el 50, movió con inteligencia Álex Fernández a Rubén Alcaraz y éste sirvió un pase medido a Robert Navarro, quien controló el esférico con la bota derecha con una calidad exquisita dentro del área y soltó un derechazo con el que alojó la pelota en la portería cerca de la escuadra. La definición fue espectacular.

El 1-0 premió la persistencia de un equipo que persiguió el gol con ahínco hasta encontrarlo. Y lo hizo su futbolista más desequilibrante, Robert Navarro, que anotó su primer tanto como cadista y en la máxima categoría.

El gol alteró el guión del partido. El Granada no tuvo más remedio que salir de la cueva y los anfitriones dieron un paso atrás por momentos ya con Ousou sobre el césped tras la lesión de Fali. No tardó en rozar el empate con un libre directo lanzado por Gumbau desde la frontal del área que repelió Ledesma. En el posterior saque de esquina, nuevo susto sin consecuencias.

Los locales se rehicieron y firmaron una larga secuencia de llegadas del área en las tuvieron muy cerca el gol de la sentencia. En el 75, Sobrino tiró fuera. En el 76, un misil de Iza Carcelén se escapó por poco por encima del larguero. En el 77, Batalla desvió el remate de Chris Ramos en un mano a mano.

Y en el 78, en el saque de esquina posterior a esa jugada, Juanmi marcó de un testarazo certero pero el colegiado anuló el tanto por un empujón de Chris Ramos a Rubio. Empujones como el que señaló hay montones en cada partido sin que nada se pite.

Otra oportunidad más tuvo Chris Ramos (en el 80) antes de ser sustituido con un remate alto. Los amarillos afrontaron la recta final con el aire fresco de Lucas Pires, Iván Alejo y Sergi Guardiola. El duelo quedó abocado a un desenlace preñado de incertidumbre con un Granada en modo ofensivo y un Cádiz CF abonado al contragolpe.

Le tocó sufrir al Cádiz CF en los últimos minutos. En el 86, Bruno Méndez soltó un cañonazo desde la frontal que se perdió cerca de la escuadra.