El Cádiz CF y los reiterados errores en el lateral izquierdo

El mercado se ha movido aunque sea de forma leve en el Cádiz CF con la marcha de José Joaquín Matos, que este pasado lunes rescindía el contrato que le unía al conjunto amarillo para unirse al proyecto del Ceuta. El sevillano es ya historia en la plantilla y la lógica apunta a la necesidad de buscar un recambio de garantías. La campaña es larga, especialmente en Segunda División, y un equipo como el cadista debe tener bien atadas todas las posiciones.

El Cádiz CF debe estar especialmente acertado para no caer en viejos errores que le han marcado en las últimas campañas en esa demarcación precisamente. Echando un poco la vista atrás se comprueba que hubo una serie de apuestas que no salieron adelante por diferentes circunstancias.

Por empezar con la campaña 2019/20, Pacha Espino era el hombre fuerte en el carril izquierdo, aunque con la lesión de Luismi Quezada y la aparición del canterano Marc Baró. El curso del último ascenso a Primera fue un 'jugar con fuego' en ese puesto casi toda la temporada.

Un año después, 2021/22, Pacha Espino mantuvo su reinado en el lateral zurdo, de nuevo con 'parches' o ubicando a otros defensores cuando el titular no podía jugar. También tuvo partidos Marc Baró. En la campaña 2021/22 a Espino tratan de subirle la exigencia con el fichaje de Arzamendia, pero la realidad es que no fue capaz de hacerle sombra, siendo al final una decepción su rendimiento porque toda la apuesta iba cada semana al uruguayo.

El curso siguiente repitieron los protagonistas a pesar de que Arzamendia estaba con la cabeza más fuera que dentro del Cádiz CF por la falta de oportunidades. La pugna con Pacha la ganó este último de forma clara. Siempre con el temor de que una baja prolongada del uruguayo la acusara en exceso el equipo.

Hace dos campañas estuvieron como laterales izquierdos Javi Hernández y Lucas Pires; quizá pudo ser la campaña de más equilibrio aunque se notó la marcha de Pacha Espino por todo lo que aportaba. Además estos dos futbolistas estaban cedidos y fueron la elección solo para esa temporada que, para colmo, desbarató todo por culpa del descenso.

Y este curso pasado (2024/25) la apuesta por Matos y el canterano Julio Cabrera no fue un acierto. Paco López recurrió algunas semanas a Glauder para jugar en la izquierda cuando su fichaje estaba más enfocado a la demarcación de central. Todo ello porque Matos ni Cabrera eran de su agrado. Al final la llegada de Mario Climent en enero aportó más equilibrio y seguridad por su buen rendimiento en la segunda vuelta.