El Cádiz lleva camino de renovar su eterno castigo en la Segunda División B salvo que Álvaro Cervera y los jugadores sean capaces de reconducir la situación en la recta definitiva hasta llegar a la meta del ejercicio 2015/16. El nuevo técnico no lo tiene nada fácil y afronta un sprint sostenido con el reto de lograr un ascenso que no han conseguido los otros siete entrenadores desde el último batacazo a las catacumbas de la división de bronce a mediados de 2010.

El banquillo del Cádiz se ha convertido en un auténtico devorador de entrenadores. Ninguno de los siete que se sentaron en él en las seis campañas que lleva el club desde el último descenso fue capaz de devolver a la entidad al lugar que por historia le corresponde. Lo intentaron Risto Vidakovic, Jose González, Alberto Monteagudo, Ramón Blanco, Raúl Agné, Antonio Calderón y Claudio Barragán. Unos se acercaron al objetivo más que otros, el equipo participó en cuatro play-off, pero la dura realidad es que el Cádiz sigue anclado en el tercer peldaño del fútbol español, lo que supone un desprestigio en el apartado deportivo y un constante golpe en la línea de flotación de su maltrecha economía.

Vidakovic fue el primero el coger el mando en el vestuario en la temporada 2010/11, pero el serbio tuvo una presencia cas testimonial. Duró 13 jornadas de Liga y fue relevado por Jose González. El gaditano llevó el equipo hasta la fase de ascenso como cuarto clasificado, pero el Mirandés se interpuso en el camino y el Cádiz quedó apeado en la primera eliminatoria después de ganar en casa por 2-0 y perder en tierras burgalesas por 4-1.

Jose continuó en el banquillo el curso 2011/12 bajo la gestión deportiva de Quique Pina. Hizo al equipo campeón del grupo IV pero las dos oportunidades de subir se fueron al limbo. En la primera, los amarillos fueron apalizados por el Real Madrid Castilla de Morata, Jesé, Carvajal, Nacho... con un contundente 0-3 en al estadio Ramón de Carranza y 5-1 en Valdebebas. El Cádiz superó al Albacete en el siguiente cruce gracias al acierto en la tanda de penaltis (después de sendos empates a cero en los partidos de ida y vuelta), el que no tuvo en la fatídica ronda contra el Lugo. Después de caer en territorio gallego en la ida por 3-1 perjudicado por el árbitro Hernández Cifuentes, que dio por bueno los tres goles ilegales de los lucenses, el Cádiz ganó con idéntico marcador en el choque de vuelta pero se quedó sin puntería en la ruleta rusa desde los once metros.

Un año más en Segunda B en la temporada 2012/13 de la mano de Sinergy. Fue con diferencia la peor campaña desde el regreso a la vil categoría. El Cádiz estuvo cerca del descenso y no selló la permanencia hasta la penúltima jornada. Empezó aquel curso Alberto Monteagudo, a quien el club despidió tras la 13ª jornada en un recorrido similar al de Vidakovic. Ramón Blanco tomó el testigo aunque fue sustituido tres partidos después por Raúl Agné.

El equipo coqueteó con el descenso y nunca llegó a tener opciones de entrar en la fase de ascenso, aunque el aragonés siguió en el vestuario la temporada 2013/14. La irregularidad del Cádiz acabó con el cese del técnico en la 30ª jornada y el club, ya con Locos por el Balón al frente, otorgó su confianza en Antonio Calderón. El gaditano hizo reaccionar al equipo en las ocho jornadas que quedaban y accedió a la fase de ascenso en la cuarta posición, pero L'Hospitalet fulminó las ambiciones aspiraciones al dejar en la cuenta a los amarillos en la primera ronda, saldada con empate a cero en el Carranza y derrota por 2-1 en en municipio barcelonés.

Calderón renovó y empezó la temporada 2014/15, pero la entidad decidió su relevo en el 14º capítulo liguero y contrató a Claudio Barragán. El valenciano metió al Cádiz en el play-off como campeón pero el equipo se desinfló. Cayó en el duelo entre primeros contra el Real Oviedo (1-1 en el Tartiere y 0-1 en el Carranza), superó a lo justo al Hércules (2-1 en Alicante y 1-0 en casa) y perdió ante el Athletic de Bilbao B en la última ronda (2-0 en San Mamés y 1-1 en la capital gaditana). Claudio siguió hasta ayer y en la 34ª dejó de ser entrenador del Cádiz para convertirse en una nueva víctima de la voracidad del banquillo.

De todos los entrenadores que pasaron por el Cádiz desde que sufre la condena de malvivir su tercera etapa en la Segunda B, Jose González fue el único que consiguió empezar y terminar una misma temporada, la 2011/12. Ninguno de los otros seis técnico hizo una campaña de principio a fin. En el resto de temporadas hubo cambio en el banquillo en una clara señal de que algo no funcionaba en un club cuya exigencia es máxima.