El exceso de confianza puede ser el principal enemigo del Cádiz en Castellón, pero es una realidad que el conjunto levantino tiene serios problemas por culpa de una ansiedad que con el paso de las jornadas ha ido en aumento. No salen las cosas en La Plana y algunos resultados del equipo blanquinegro demuestran que los problemas van más allá de lo que sucede en el rectángulo de juego.

Los jugadores del Cádiz saben que el colista tiene un difícil pleito con su ansiedad, un problema que le da la cara cada fin de semana cuando las cosas no salen y el marcador no es favorable, lo que se traduce en que es un conjunto muy vulnerable una vez rebasado el ecuador del encuentro. Hay que señalar que hasta en once ocasiones ha encajado un gol cuando el cronómetro ha rebasado el minuto 45, siendo especialmente duros los últimos 15 minutos.

Como muestra un botón. En el Castellón-Albacete (segunda jornada), encajó tres goles entre los minutos 54 y el 74. En la quinta jornada (Castellón-Rayo Vallecano), los madrileños anotaron dos tantos en el segundo periodo. En Irún, el Real Unión remontó el choque en los minutos 43, 69 y 89, mientras que en el último encuentro el Villarreal B inclinó la balanza con dos goles en los minutos 87 y 88. Todo esto sin olvidar que la derrota en Gerona se produjo con un único tanto local logrado a la hora de juego.

Cristian y Enrique se refirieron ayer a esta circunstancia. El lateral catalán apeló a la desconfianza al señalar que "porque ellos tengan cuatro puntos no podemos pensar que lo tenemos todo hecho". "Va a ser un campo difícil porque van a intentar salir de abajo ganando en casa. Esta semana hemos trabajado las segundas jugadas para ser fuertes en el apartado defensivo y mantener la fidelidad a nuestro estilo. Hay que quitarles el balón y jugar con su ansiedad".

Para Enrique, la clasificación del adversario le dice poco porque, según indica, "hace poco fue capaz de ganarle al Betis". "No nos fiamos del Castellón, ya que el otro día perdieron jugando bien. Tienen un buen equipo al contar con gente experimentada. Tenemos que saber jugar con la ansiedad de ellos".

El extremeño se quiere quitar una espina en Castalia. "No he ganado nunca en Castellón, ni siquiera en un amistoso que jugamos en mi primer año en el Cádiz. Perdimos allí en Liga y en Copa, y siempre nos meten golazos. Me gustaría que ahora se rompiera la racha en ese campo", concluye Enrique.