Cádiz CF

¿Y ahora qué?

  • Días después de la felicidad por el ascenso, la afición se pregunta si la decisión judicial afectará al futuro de la entidad. La parcela deportiva seguirá con sus planes.

Era inevitable. Tanta alegría, así como de sopetón, inesperada, no podía durar. Que el cadismo sonría muchos días seguidos debe estar prohibido por alguna ley no escrita. Así que ayer, a media mañana, regresaron los ceños fruncidos de preocupación. La justicia estimaba parcialmente la reclamación de Sinergy sobre la venta de sus acciones a Locos por el Balón. Esto no quiere decir que el futuro de la entidad corra peligro en la parcela deportiva, ahora menos todavía tras su ascenso a la Liga2, pero sí que podría abrirse un largo proceso judicial.

¿Y ahora qué? Se preguntan muchos aficionados.

1. Ejecución provisional de la sentencia


En caso de que el juez decida conceder la ejecución provisional de la sentencia, algo que no se puede descartar, sobre todo teniendo en cuenta que ha estimado parcialmente su demanda, Sinergy recuperaría sus 67.813 acciones de las iniciales 136.995. Esto, antes de la ampliación de capital, suponía un 49,5%. Sin embargo, tras la misma, la suma del accionariado cadista alcanza 1.095.952 acciones, por lo que se quedaría con un 6,19%. Luego vendría la pelea por declarar la ampliación de capital nula, pero eso ya sería otro pleito en el que también entrarían Manuel Vizcaíno y Locos por el Balón. 

2. Vuelta al punto          de partida 


Antonio Muñoz recurrirá la sentencia que se conoció ayer. Se abre un camino que puede ser largo e ir pasando de la Audiencia Provincial hasta llegar a las más altas instancias judiciales. Si, después de todo esto, la justicia decide en firme que efectivamente la subasta debe declararse nula, la situación accionarial volvería al momento exacto anterior a la venta del paquete a Locos por el Balón. Fuentes consultadas por este medio daban ayer por seguro que entonces la ampliación también quedaría sin efecto, y la sociedad estaría obligada a devolver a los que acudieron a esta ampliación todos los títulos comprados en la misma. El panorama no sería nada halagüeño según fuentes jurídicas de toda solvencia consultadas ayer por este diario, que recordaron la situación que se vivió en el Betis y que acabó con un administrador judicial al frente del club ante la disputa de varios pretendientes. 

3. La planificación          de la temporada

 

Deportivamente el Cádiz sigue su camino. Sinergy ya ha comentado que no tiene en mente recuperar la gestión deportiva sino que lo que pretende es hacerse con las acciones que poseía antes del traspaso a Locos por el Balón para venderlo al mejor postor. A eso se ha llegado en este fútbol mercantilizado donde poco importan los sentimientos. Negocio. Dinero. El sufrimiento cadista no cuenta. La condena que le cayó a este club, y a muchos otros, con la llegada de las Sociedades Anónimas Deportivas dura ya demasiados años. Antonio Muñoz por su parte tampoco piensa recuperar el control de la entidad. Incluso aseguró ayer que no quiere el dinero que Sinergy tendría que abonarle sino que sólo pretende que el club siga en manos de Locos por el Balón, y que confía que entre Vizcaíno y Pina puedan asentarlo en la categoría de plata primero y dar el salto a la de oro después. La venta de sus acciones es el particular día de la marmota para Muñoz, que ya vio como la venta del paquete mayoritario a Arturo Baldasano también se truncó. Los sueños de grandeza del abogado gaditano-madrileño resultaron claves en la debacle posterior de un equipo que hasta entonces había asumido la política del tanto tengo, tanto gasto. Así pues, de momento la gestión deportiva seguirá en manos de Pina y Cordero, que ya trabajan para confeccionar una plantilla de garantías.

4. La ampliación            de capital

 

La ampliación de capital es una de las claves del lío administrativo en que puede verse involucrada la entidad. Los jueces pueden entender que Locos por el Balón la acometieron precisamente para dejar a Sinergy con un 6,19% del total del accionariado, lo que a efectos contables es casi testimonial. El problema grave sería que el pifostio judicial acabe con la anulación de la ampliación de capital y Sinergy capacitada para coger las llaves del club por un mandamiento judicial. Entonces los italianos volverían a gestionar un equipo que ahora marcha bien pero al que le ha costado reponerse de años de turbulencias. Cuando las cosas en los despachos se hacen bien, cuando hay calma, sensatez y se entierra el hacha de guerra, el balón acaba entrando tarde o temprano. Los años del ascenso a Primera estuvieron precedidos de esa comunión cadista que ahora parecía que podría volver a repetirse una vez que Vizcaíno y Pina han sellado la paz.

5. La sombra del administrador judicial 

 

El futuro del Cádiz no corre peligro. Su presencia en la competición y su recorrido están asegurados, aunque no así quienes serán los que lleven las riendas de la entidad. Si la justicia ordinaria no viera claro quien tiene razón en el litigio podría nombrar un administrador judicial hasta que las instancias superiores fallaran de manera definitiva. Esta situación no es la más aconsejable para un club de fútbol, sometido a constantes vaivenes dependiendo de su marcha deportiva. Aun así, habrá que confiar que esto no se produzca y que todo se solucione mucho antes. 

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