Un día después del paro cardíaco sufrido por un aficionado ubicado en Fondo Sur mientras presenciaba en el estadio el partido entre el Cádiz CF y el Barcelona, sucedió un nuevo episodio de salud en otro campo de fútbol de Primera División, aunque en su caso de mucha menor gravedad.

El domingo 11 de septiembre se enfrentaron en el Coliseum Alfonso Pérez el Getafe y la Real Sociedad. Poco después del pitido inicial, saltaron las alarmas en una grada porque un espectador empezó a encontrarse mal.

El árbitro detuvo el partido de inmediato y el personal sanitario, incluido el médico del cuadro getafense, atendió con celeridad al seguidor, que había sufrido un golpe de calor.

Después de lo que había pasado el día anterior en el Nuevo Mirandilla, se extendió una lógica preocupación entre el público asistente al estadio del municipio madrileño.

Por fortuna, la persona afectada no tardó en recuperarse y el duelo entre azulones y donostiarras se reanudó y desarrolló después con absoluta normalidad. Todo quedó en un susto. El conjunto anfitrión ganó 2-1 y pudo celebrar su primera victoria de la temporada.