La afición se acabó de desahogar el pasado domingo con el gol de Dani Fragoso, el que culminaba la remontada contra el Albacete. El catalán se subió a la pequeña valla de Fondo Norte -lo que le costó la cartulina amarilla- y cual experto luchador de wrestling levantó de sus asientos a cada uno de los seguidores cadistas que hasta entonces se habían quedado sin garganta chillando e insultando a diestro y siniestro.

Ese último grito de Munch llegó en el minuto 87 de partido, pero antes, a los once minutos del pitido inicial, hubo otro desahogo importante. Mariano Toedtli, que había fallado un penalti en Huelva cuando el Cádiz iba ganando por la mínima - un penalti que habría matado el partido- anotaba el primero de los tantos del equipo amarillo y se sacaba una espina del alma. El argentino, artífice del ascenso con el gol ante el Real Unión, como artífice fue también el cancerbero Kiko Casilla con sus paradas en el Stadium Gal, se había echado las culpas de la derrota en el Nuevo Colombino y se resarcía de la mejor manera posible, volviendo a marcar. "Por suerte nos vamos contentos con el resultado, aunque contentos a medias por el juego, ya que en la segunda parte hubo cosas que no hicimos bien", señalaba Toedtli recuperando la sonrisa.

"Dios se puso de nuestra parte en este partido. Dijo 'voy a dejar que gane esta gente, pero sufriendo para que así recapaciten todos: la afición, los jugadores y el presidente'. Estamos todos juntos en esto y juntos tenemos que salir de la situación. Subimos entre todos y ahora hay que tratar de salvarse entre todos. En las buenas y en las malas, hay que estar unidos", señalaba el pichichi amarillo de la temporada pasada.

"El equipo hizo una buena primera parte y no sé lo que nos pasa en las segundas, pero tenemos que recapacitar para no volver a cometer esos errores. Vamos a Cartagena con muchas ganas", concluía optimista y con la conciencia tranquilizada.

Otro jugador que se llevó una alegría en lo individual del Ramón de Carranza fue Jon Erice, pese a ser silbado y abucheado cuando fue sustituido por Milos Bogunovic. El navarro cumplió su partido número 25 de la presente temporada y renovó una campaña de forma automática. "La afición no está conforme con la temporada que estamos haciendo y nosotros no podemos exigirles nada. No veo justo o injusto que se me silbe, ya digo que no estamos en una situación para estar pendientes de lo que ocurre en la grada. No es agradable escuchar lo que escuchamos el domingo, jugando en tu casa, pero nuestra obligación es aislarnos de lo que ocurra y estar centrados", respondía Erice al ser preguntado por los insultos que hubo contra el partido del Albacete.

"Nosotros siempre salimos a ganar y estamos poniendo todo cuando jugamos, lo que ocurre es que a veces las cosas no salen, ni el Albacete se creía visto lo visto en el campo que fuera ganando por 1-3. Tuvimos capacidad de reacción y esa es una buena noticia", aseguraba el navarro defendiendo al equipo por encima de todo: "No conseguimos la remontada por los insultos, sino porque todos remamos en la misma dirección".