Situación angustiosa con los centrales del Cádiz CF

Situación límite la que tiene el Cádiz CF con sus centrales, que han ido cayendo desde inicio de temporada hasta dejar un escenario actual para echarse a temblar. El ko de Fali en el campo del Espanyol y el de Víctor Chust ante el Osasuna, ha reducido las opciones a lo justo. Luis Hernández y Momo Mbaye, eso es lo que hay.

Cala tuvo que parar en el mercado de invierno y ceder su licencia para que el Cádiz CF pudiera reforzar la plantilla; Jorge Meré lleva un par de semanas en el 'dique seco'; Fali se 'rompió' en el RCDE Stadium y no se sabe realmente cuándo podrá volver a jugar; y Víctor Chust cerró esta amarga lista con su dolencia el pasado martes contra el conjunto navarro.

Las cuentas están claras: Luis Hernández, que está aguantando carros y carretas, y Momo Mbaye. Lo demás para esa demarcación pasa por improvisar con futbolistas de otras demarcaciones o recurrir al filial como ha sucedido en alguna ocasión con Carlos García.

La cuestión se pone más espinosa cuando hay que tener en cuentas que Luis Hernández se mueve en el cuchillo de la sanción federativa al tener cuatro cartulinas amarilla. Ya se sabe lo que sucederá si ve una quinta. Su margen casi no existe con la dificultad de ejercer como defensa central evitando el cuerpo a cuerpo o hacer faltas.

Junto a él está Momo Mbaye, con sus virtudes y sus defectos que ha mostrado esta temporada a partes casi iguales. Frescos sus errores en Bilbao y el penalti de Almería, sin olvidar otras fases en las que brilló con luz propia. La realidad es que el cadismo no tiene tiempo para lamentos y el apoyo debe ser incondicional para los que van a jugar. Llega el Valencia y la obligación es máxima para quedarse con los puntos.

No deja de ser una situación angustiosa que Sergio González gestiona con aparente tranquilidad porque no le queda otra. Hay que buscar el objetivo con los que están.