Cádiz CF

Sergio Sánchez cuelga las botas

  • El central ex cadista se retira y deja un recado a Cervera: "Por la idea de juego, en Cádiz no conseguía disfrutar y me fue apagando"

Sergio Sánchez, con la camiseta del Cádiz en un partido contra el Málaga.

Sergio Sánchez, con la camiseta del Cádiz en un partido contra el Málaga. / JESÚS MARÍN

Cuelga las botas Sergio Sánchez, ex jugador del Cádiz CF, Málaga y Espanyol, entre otros equipos. El defensa, de 34 años, contemplaba la opción de seguir al menos una temporada más en activo pero como malaguista, algo que no terminó de cuajar. En su carrera pasó también por Sevilla, Rayo Vallecano, el filial del Real Madrid, Racing de Santander y Albacete sumando un total de 248 partidos en el fútbol profesional, 23 de ellos en el equipo cadista.

“Creo que tomé la decisión, que no lo he hecho público, de dejar de ser activo futbolísticamente. El jugador tiene que jugar mientras le hace ilusión. He tenido tres años en los que la filosofía de juego no me hacía disfrutar. Jugar por jugar no va conmigo, no me hace feliz. Creo que llegó mi momento. No es por edad ni por lesiones, el fútbol no me transmitía para continuar a ese nivel. Es mejor echarse a un lado y que otros sigan progresando. Tuve tres ofertas de LaLiga de Segunda y dos extranjeras, pero la filosofía de donde me habían llamado no era afín a mí y era pasarlo mal como lo he pasado los últimos años. No es sólo jugar, es sentirse identificado. No ha sido mi caso”, relató en una entrevista en SER Deportivos Málaga.

“El Málaga fue mi única opción de que yo siguiera jugando este año. Así lo transmití al club y a mi representante. Manolo me dijo que era una clara opción y que en todo momento me iría contando. Fue muy claro conmigo en todo momento, así me lo trasladó. Nunca me prometió nada más allá que el interés. Al final no pudo darse. No me motivaba nada más que jugar para el Málaga y retirarme aquí. Jugar por jugar no es lo que yo quiero. Decidí no seguir”.

Piensa ya Sergio Sánchez en su futuro, ligado al balompié: “Dedicarme a otras cosas. El fútbol es muy bonito pero tiene una fecha de caducidad. Tengo muchas ilusiones. Ahora se abre otra etapa, cuidar de la familia. Proponerme nuevos retos, por supuesto ligado al fútbol porque es lo que más amo. Ahora, a prepararme. No tengo muy definido, obviamente relacionado con el fútbol 100%, pero no lo tengo muy decidido. Voy a sacarme el carné de entrenador en el curso intensivo y a partir de ahí a ver qué voy testeando para en cuanto lo encuentre dar el 100%. El fútbol es lo que me llena personal y profesionalmente, intentar encontrar ese cargo dentro del mundo del fútbol que me devuelva la ilusión”.

Quizás en los banquillos termine encontrando acomodo: “Es una faceta que me gusta, he tenido muchos y muy grandes entrenadores donde he podido aprender muchas cosas. Enseñar lo que he aprendido me ilusiona mucho. Visto desde dentro tengo que ver si me sé desenvolver y que me satisfaga, que me llene realmente. Si no lo haces al 100% es muy difícil”.

Echando la vista atrás también hizo un repaso a los entrenadores de su carrera: “Todos los entrenadores han sido del mismo corte, donde la pelota ha sido importante. La posesión ha sido una prioridad. He tenido esa gran suerte quitando estos dos o tres últimos años en los que me ha tocado vivir todo lo opuesto y ha terminado por llevarme a este retiro. En estos tres últimos años no he conseguido sentir pasión. Personalmente, por la idea de juego en Cádiz no conseguía disfrutar y me fue apagando pese a que jugué bastantes partidos. Si me tuviera que quedar con uno quizá Javi Gracia. Pero Pellegrini me enseñó, Manzano… pero con Gracia encontré la plenitud. Cuando encuentras esa conexión el fútbol se convierte en magia”.

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