El resultado del Cádiz CF Osasuna

Nefasta carta de presentación (0-2)

  • El conjunto amarillo paga la novatada con una derrota y la sensación de que la Primera le queda muy grande

Varios jugadores del Cádiz rodean al osasunista Adrián.

Varios jugadores del Cádiz rodean al osasunista Adrián. / Julio González

El Cádiz CF tuvo el peor estreno posible en Primera División. No sólo perdió (0-2) frente al Osasuna con todo merecimiento, sino que además dejó un preocupante rastro de ingenuidad, como si la máxima categoría fuese una talla demasiado grande.

Nunca dio la sensación el Cádiz de poder doblegar a un rival que, sin ser de los más potentes de Primera, aprovechó al máximo sus ocasiones y sacó toda la rentabilidad de los errores de un equipo amarillo empequeñecido que pide a gritos varias incorporaciones para un tránsito que puede ser muy duro.

El Cádiz está en Primera pero se ha quedado en Segunda. Salvo Negredo, el once inicial fue el que ya existía la pasada temporada y la consecuencia fue que se estrelló en su aparición en la Liga de las estrellas. Pagó la novatada y no llegó a poner en aprietos a los navarros.

El levante no quiso perderse el estreno del conjunto amarillo en la máxima categoría, con el dibujo habitual y la mayoría de los jugadores debutantes en la división más alta. El viento incomodó el desarrollo de un partido que se puso cuesta arriba demasiado pronto y además fruto de un grave error propio.

En el minuto 10, todavía en pleno periodo de tanteo, Sergio González se durmió con el balón en el centro del campo. Oier, mucho más despierto, se lo birló y sirvió a Adrián por un boquete por el centro que le condujo hasta el interior del área para definir con habilidad delante de David Gil. 0-1 en un abrir y cerrar de ojos.

No tardaron en comprobar los de casa lo caro que cuesta un error. El gol llegó de la nada. Lo que el Cádiz aplica a sus rivales lo sufrió en sus carnes.

Pombo, uno de los debutantes en la Liga Santander, fue quien dio más señales de vida en ataque hasta que Salvi irrumpió por fin en el 17 para fabricar la primera ocasión. Se internó hasta la línea de fondo y su centro al segundo palo lo remató de volea Pombo, que envió el esférico cerca de la portería.

La voluntad de los gaditanos contrastó con la mayor calidad de los pamploneses. El transcurso del tiempo puso sobre el tapete la realidad. No basta con el esfuerzo, que fue innegable. Los balones aéreos a Negredo resultaron insuficientes.

Los anfitriones funcionaron a base de arreones, con algún chispazo que pareció poca cosa. La esperanza estaba puesta en Pombo, el único que daba la sensación de poder hacer daño arriba. Suyo fue un servicio al corazón del área, superada la media hora, que obligó a Sergio Herrera a dar un paso para despejar de puños.

Poco más en una primera mitad de mucha briega y nula efectividad de los locales, que abusaron del juego directo y no llegaron a poner el cuero en dirección a portería, sin presencia en la media, con Sergio González desaparecido y Bodiger sin rumbo fijo en la zona de tres cuartos.

Preocupante imagen dio el equipo amarillo en una primera parte sin ocasiones aunque el Osasuna, mucho mejor plantado y con más oficio, extrajo todo el jugo a un fallo para irse con una mínima ventaja.

Era un típico partido de cero a cero, de mutua anulación entre rivales. Pero el guión cambió por completo y al Cádiz no le quedaba otra solución que dar un paso al frente en la reanudación.

La primera medida fue la entrada de Malbasic por Bodiger, una señal de necesidad que se notó enseguida con la movilidad del serbio en punta junto con Negredo. En el 49, una mano de David García dentro del área tras un saque de esquina ni siquiera fue revisado por el colegiado. Pareció penalti.

El reloj se convirtió en un enemigo más. Los amarillos dieron una vuelta de tuerca, siguieron volcando sus opciones sobre Pombo, aunque el balón no terminaba de entrar con peligro salvo en acciones a balón parado. No había disparos a puerta.

El primer tiro dirigido entre los palos lo protagonizó en el 63 Iza Carcelén con un libre directo lejanísimo que puso en apuros a Sergio Herrera. Y un minuto después redobló su apuesta ofensiva Roberto Perera con Álex Fernández y Jens Jonsson.

Ganó presencia el equipo de casa en campo contrario y hasta encadenó lanzamientos a puerta. Sergio Herrera se mostró seguro ante los intentos de Salvi y Pombo (minutos 71 y 72). El partido llegó al tramo sin la reacción definitiva y la últimas cartas fueron las de Iván Alejo y Lozano.

Apenas dos minutos después de las últimas sustituciones, llegó el mazazo que terminó de hundir al Cádiz. De nuevo un regalo imperdonable. El Osasuna no se había asomado en toda la segunda parte hasta que apareció en el 79 con un saque de banda muy mal defendido por los locales, demasiado inocentes. El balón llegó al área, Torró prolongó de cabeza y Rubén García superó con calidad a Iza Carcelén para definir delante de David Gil. 0-2 y partido sentenciado.

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