El Cádiz se ha dedicado a ganar partidos sin prisas por abrazar el liderato pero con el firme convencimiento de que el trono acabará cayendo en sus manos por su propio peso gracias a la persistencia en la victoria. Lo extraño es que, después de cinco victorias consecutivas (ante Arroyo, Betis B, La Roda, Marbella y la reciente frente al Granada B), la primera plaza no tenga como inquilino a un equipo amarillo que se muestra intratable desde el arranque de 2015. Ello se debe a que lleva un partido menos que el líder y también a la férrea resistencia del UCAM Murcia al frente de la tabla. Nada menos que 18 jornadas acumula en el puesto de privilegio un conjunto universitario que, después de aguantar el permanente acoso del Cádiz, vive sus últimos días en la cima si la escuadra gaditana es capaz de dar el paso que le resta para cambiar el rumbo de la Liga.

No había urgencia por coger el liderato pero ya no puede renunciar a él cuando lo tiene a tiro de piedra. El equipo amarillo esperaba su momento y ese momento ha llegado en una semana decisiva para asestar un golpe casi definitivo. Es la semana del cambio, la de la recogida de una productiva cosecha fruto de la semilla de la regularidad sembrada jornada a jornada.

El Cádiz atesora 46 puntos en 23 encuentros (un promedio de dos por partido), uno menos que el todavía primero de la clase en 24 duelos, pero mañana se convertirá en el mejor alumno del grupo IV de Segunda División B con sólo empatar en casa ante el Jaén en el choque pendiente de la 21ª jornada de Liga aplazado el pasado 18 de enero por el mal estado del césped del estadio Ramón Carranza como consecuencia de la intensa lluvia caída ese día sobre la capital gaditana. Una igualada colocaría al Cádiz al mando de la clasificación empatado a 47 puntos con el UCAM, pero con los amarillos por delante al acreditar un mejor coeficiente general de goles, 30, frente a los 18 de los murcianos. Pero el objetivo de los hombres entrenados por Claudio Barragán va más allá de un mero empate. La ambición del equipo es ilimitada y el reto es derribar el muro del liderato a lo grande, con el sexto triunfo consecutivo.

Una vez que ocupe la plaza más codiciada, la siguiente misión será poner tierra de por medio con una victoria -sería la séptima encadenada- contra el UCAM a mediodía del próximo domingo en el Carranza con la que el Cádiz pondría la guinda a una semana redonda que habría iniciado un punto por debajo del líder y la terminaría como primero con cinco por encima. Un golpe a la Liga y al rival más directo, el único que le discute el liderato.

El Cádiz parte con el papel de favorito para colocarse en un primer puesto que no ocupa desde la segunda jornada del campeonato. Sus números en 2015 lo dicen todo: el único equipo de Primera, Segunda A y Segunda B (122 conjuntos entre las tres categorías) que ha ganado todos los partidos, el único que no ha recibido un solo gol (en cinco choques disputados). El Cádiz marca en todos los partidos y desde el comienzo de año suma 14 goles (una media de 2,8 por encuentro). Lleva 479 minutos sin recibir un gol (último fue el que le marcó el Villanovense en el último enfrentamiento de 2014).