Kiko Casilla acudió ayer a la llamada de la prensa, cumpliendo con lo que no hizo en Valencia después del partido contra el Levante. El portero centró buena parte de su intervención en responder a las preguntas sobre sus errores en el encuentro. Casilla hizo una defensa de su labor y la de sus compañeros.

Regresó unas horas en el tiempo para explicar la jugada del tanto que encajó en el Ciutat de Valencia. "En el gol voy con la intención de salir, veo que no voy a llegar y me echo atrás. El balón se fue abriendo y lo remataron. Son cosas del fútbol. En Segunda es otra historia porque buscan molestar al portero en esas jugadas, aunque no cabe duda que tengo que mejorar esas acciones y eso se hace trabajándolas", apunta.

Al cancerbero le costó profundizar con lo sucedido en el gol del Levante, señalando que "son fallos de todos y de nadie porque también el balón llegó a un lugar conflictivo". "Toedtli y Álvaro van bien por arriba, pero creo que fue más acierto del rival que fallo nuestro".

A medida que avanzaba la rueda de prensa, Casilla se fue calentando y aumentó el nivel de la defensa de sus errores, indicando que "al final empatamos, no perdimos; está claro que se falló en dos ocasiones y no es para matarme, no es para tanto como se ha dicho en la prensa". "He intentado hacerlo bien, no hemos perdido cinco a cero y está claro que tuve errores", apostilló. Tampoco dio síntomas de estar inquieto con la sombra del checo Zlámal: "Es un compañero más que viene a hacer su trabajo", finalizó un Casillas que el sábado será examinado con lupa.