José Mari cumple hoy 29 años pero no podrá soplar las velas con toda la alegría que él hubiese deseado. Y es que el jugador no podrá jugar hasta el próximo año. En 2016 no volverá a vestirse de corto para competir. El medio roteño sufre una hernia inguinal que le obliga a pasar por el quirófano. La operación está programada para la próxima semana. El futbolista fue sometido ayer a una serie de pruebas médicas después de las molestias físicas que padecía en los últimos días. De hecho, demostró su compromiso con el escudo del Cádiz y no dudó en enfundarse al equipación amarilla y azul para plantar cara al Real Zaragoza junto con sus compañeros.

El diagnóstico no ofrece dudas. El doctor Antonio Fernández Cubero emitió un dictamen en el que "se confirman las sospechas iniciales" y la hernia inguinal no deja otra salida que la intervención quirúrgica.

El centrocampista no podía jugar contra el Córdoba el próximo domingo después de ver a quinta cartulina amarilla de la temporada en el encuentro contra el conjunto aragonés, pero tampoco podrá participar en el posterior choque contra el Sevilla Atlético -día 18- en el que será el último compromiso de 2016 quedará paso a las mini vacaciones de Navidad. El parón beneficia al futbolista y al equipo porque dispone de tiempo para recuperarse. "Dependiendo la evolución se espera que pueda estar disponible tras el parón navideño", señaló anoche el club. El Cádiz regresará a la competición liguera el domingo 8 enero con un desplazamiento al campo del Elche para el que quizás ya pueda estar disponible José Mari. Ahora le toca entrar en quirófano, que la operación vaya bien y pueda ponerse a tono lo antes posible.

El roteño fue uno de los fichajes destacados en la vuelta del Cádiz a la categoría de plata. Tuvo que hacer su particular pretemporada porque había estado inactivo durante un tiempo pero en cuanto se puso en forma entró en el equipo y ya no volvió a salir. Debutó en Vallecas en el duelo contra el Rayo, saldado con derrota de los gaditanos por 3-0. Jugó los últimos 20 minutos, con el partido ya perdido, y desde entonces ha sido titular indiscutible. Su ingreso en el once coincidió con la mejora del equipo, que se adentró en una dinámica ascendente.

Es un hombre clave en la medular y su baja rompe en mil pedazos el trivote por el que había apostado Álvaro Cervera en los últimos partidos. El técnico deberá buscar ahora una solución, que en principio pasaría por el doble pivote en la media con Garrido y Abdullah y la alineación de un jugador en mediapunta.