El banquillo del Cádiz ya tiene dueño. Tras dos días de intensas negociaciones, es finalmente Jose González el que se hace con las riendas del equipo por lo que resta de temporada y una campaña más. El técnico gaditano era la opción favorita del director deportivo, Roberto Suárez, y finalmente el club se decantó por él al no poder llegar a las exigencias económicas de David Vidal y desechando otras candidaturas más remotas como la de Ramón Blanco.

Jose González afronta así su tercera etapa al frente del Cádiz C.F. El gaditano, que tuvo que pensarse muy mucho el ofrecimiento cadista por la inestabilidad institucional del club y sus problemas con el máximo accionista, Antonio Muñoz, se hará mañana mismo con los mandos del equipo dirigiendo la sesión de entrenamiento en El Rosal y podrá sentarse en el banquillo cadista ya el próximo domingo en Caravaca. El hasta ahora técnico del Arcos, Alfonso Cortijo, le acompaña como segundo entrenador.

El club comunicó pasadas las nueve de la noche el nombramiento del gaditano como nuevo técnico, tras aprobar el Consejo de Administración por unanimidad la propuesta de la Comisión Deportiva. En un comunicado, el club explica que Jose González "reúne el perfil más adecuado para que el Cádiz CF cambie la dinámica negativa de resultados y que vuelva a ocupar los puestos de ascenso a Segunda División para lograr así el objetivo de regresar lo antes posible a la categoría de plata de fútbol profesional".

Además, el club destacó en su comunicado que valora "la buena predisposición que ha encontrado por parte de José González, a la hora de asumir el proyecto que se le presentaba".

El técnico será presentado mañana en la sala de prensa del estadio Ramón de Carranza a las 13:30 horas.

Buenos precedentes

Que Jose González es uno de los nombres más importantes en la historia reciente del club no escapa a nadie. El entrenador llegado de la cantera consiguió sacar del pozo de la Segunda B al Cádiz tras nueve años de calvario y, en su primera campaña en Segunda División, logró un más que meritorio séptimo puesto, coqueteando incluso con las posiciones de ascenso. Tan bien le fue que el Albacete le reclamó para su proyecto en Primera División, aunque no cuajó y acabó siendo destituido.

Su segunda etapa en el banquillo cadista llegó en la temporada 2006-2007, asumiendo el equipo tras la salida de Oli. En poco más de media temporada consiguió alejar a los amarillos de la zona baja de la clasificación y además les llevó a un cómodo quinto puesto, aunque muy lejos de las plazas de ascenso. Pese a su buen trabajo, sus discrepancias con Muñoz y la venta del club a Arturo Baldasano le hicieron salir de nuevo de la entidad.

En las tres últimas campañas, resultados agridulces en Córdoba y Murcia; con los blanquiverdes vivió una agónica salvación precisamente a costa del Cádiz, aunque al año siguiente fue destituido, mientras que en la última campaña llegó al conjunto pimentonero para intentar salvarlo de la quema pero el conjunto murciano acabó descendiendo en la última jornada.

Ahora los caminos de Jose y el Cádiz vuelven a cruzarse justo donde empezaron, en Segunda B. Las condiciones son muy distintas; ni recuperación económica, ni ilusión en la afición, ni un equipo joven y competitivo, prácticamente el mismo que al año siguiente dio la cara en Segunda. Y además, la exigencia de un ascenso más necesario que esperado para evitar males mayores en la herida economía del club. A Jose, desde luego, le queda mucho trabajo por delante.