El Cádiz no se ha reforzado con un defensa cualquiera. La llegada de Fali es la de un zaguero duro, fuerte, contundente que nunca se esconde, ante nada ni nadie. El valenciano es un futbolista de los de antes, que entiende que siempre la cara va por delante y que no se arruga. Valga como dato que desde 2012, su primera campaña como profesional, acumula 75 cartulinas, entre ellas ocho expulsiones.

Fali llega al Carranza aprovechando que la licencia del lesionado Pantic quedaba vacante, y lo hace con el deseo no sólo de paliar la carencia de efectivos de Álvaro Cervera en esa demarcación, sino de tener un protagonismo importante en las jornadas que faltan.

Viene de ser titular en el Nástic, al que no ha podido salvar de la quema como le sucedió hace un año con el Barcelona B. Dos descensos consecutivos que no son una buena carta de presentación aunque tampoco es un dato concluyente, ya que en su momento De Quintana fichó por el Cádiz con una larga lista de descensos a su espalda y luego dio un buen rendimiento.

El récord de cartulinas de Fali está fijado en la campaña 2016-17, con el filial del Barça en Segunda B, cuando le mostraron 21 cartuliinas y fue expulsado en tres ocasiones. Aquel filial con calidad y su carácter logró el ascenso a la categoría de plata.