Cádiz CF

Espinosa-Garrido, la pareja perfecta en el centro

  • La calidad del jiennense y el derroche físico del vasco forman un cóctel que da equilibrio al equipo

Fue el primero en reconocer que no estaba bien en los albores de la temporada, cuando todavía llevaba poco tiempo en el club. Llegó a ser suplente hasta que poco a poco fue tomando el mando del equipo y a día de hoy ejerce de cerebro en su mejor estado de forma. Juanma Espinosa dio un paso al frente hace varias semanas. Va a más y contra el Lucena firmó su mejor actuación desde que viste de amarillo. Dio un recital de pases, se ofreció en todo momento, disparó a puerta, peleó en la presión cuando el equipo no tenía el balón... Fue el líder que todo equipo necesita dentro del campo. Le gusta manejar la pelota, sabe lo que tiene que hacer en cada momento, juega con criterio, no se esconde nunca.

Garrido llegó mediado el curso anterior procedente del Barakaldo para ayudar al Cádiz a la enésima tentativa de ascenso, frustrada en Hospitalet. El equipo amarillo no logró el objetivo, pero sí consiguió que el Granada cediera esta nueva campaña a un jugador cuya figura se agiganta con el paso de las semanas. Sus prestaciones están ligadas a su estado físico y cuando está en plena forma, como ahora, es imparable. Dueño de la medular en la posición de pivote, es un auténtico stopper en el centro del campo. Aparece en todas las acciones para destruir el juego del equipo contrario, es solidario con sus compañeros, tapa huecos, ayuda a la defensa, domina como pocos el juego aéreo y hasta se permite jugar la pelota, aunque ese aspecto no sea fuerte. Espinosa y Garrido. Garrido y Espinosa. Una pareja que se complementa cada vez mejor en beneficio de los compañeros, que agradecen sus aportaciones. Juegan y hacen jugar a los demás. No marcan goles, ni falta que les hace. Para eso están otros. Los dos medios impusieron su ley con la que empequeñecieron a los del Lucena, incapaces de detener el caudal de los gaditanos, que tenía su origen en la medular.

Garrido y Espinosa son futbolistas que en nada se parecen y precisamente es su diferencia la que enriquece a un equipo con dos inquilinos fijos en el centro del campo si son capaces de mantener ese elevado nivel de rendimiento.

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