Despotovic apuntala el ataque

Una de las carencias del Cádiz en la primera parte de la temporada era la falta de claridad en el gol. Una de las prioridades del club en el mercado de invierno era reforzar la delantera después de dar la baja a Wilson Cuero -el colombiano regresó a las filas del Granada B tras haber marcado un solo tanto vestido de amarillo y azul-, que ya tiene recambio. Se trata del atacante serbio Ranko Despotovic, nombre adelantado por este periódico en la edición del pasado domingo, cuyo fichaje hizo oficial ayer la entidad cadista una vez que el jugador rubricó el contrato. Se habían manejado varias posibilidades en ataque (Salva Chamorro, Igor de Souza, Figueroa, Álvaro Montero, David Mainz...), pero la opción que ha cuajado al final es la de un experto delantero que llegó a ser internacional con Serbia.

El ariete firma por lo que resta de esta temporada con opción a una más si se cumplen una serie de objetivos (algo habitual en los contratos). Ayer ya trabajó en solitario en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de El Rosal y mañana se entrenará junto con sus nuevos compañeros a las órdenes de Claudio Barragán. Aunque el Cádiz fijaba en 32 años la edad del futbolista, lo cierto es que el jueves llega a los 33. Pese a su evidente veteranía, es el benjamín de los cuatro refuerzos que han aterrizado hasta la fecha (todavía pueden llegar más). Jandro está cerca de cumplir 37 (el próximo mes de febrero), Migue soplará 36 velas en marzo y David Sánchez va camino de los 34 (en julio).

Despotovic es un hombre de área, curtido en mil batallas -ha jugado en tres continentes- y en el club sostienen que puede aportar presencia física (mide 1,86) y remate en los últimos metros. Con esa intención incorpora el Cádiz al delantero, que la pasada campaña militó en el Deportivo Alavés en Segunda División A, con un balance de cuatro goles en 24 partidos. En la temporada 2015/16 se encontraba sin equipo y ahora tiene la oportunidad de continuar en activo y demostrar que el gol sigue corriendo por sus venas. La incógnita radica en cuál su verdadero estado de forma al acumular un considerable periodo de inactividad. Lleva tiempo sin un ritmo competitivo, siempre necesario, que ahora está obligado adquirir con prontitud, primero en los entrenamientos y después en los compromisos oficiales. El equipo amarillo necesita que todos sus efectivos ofrezcan el máximo rendimiento para afrontar el doble objetivo en el tramo definitivo de la temporada: el campeonato de Liga y la posterior fase de ascenso.

El futbolista balcánico ya pertenece al Cádiz pero aún no dispone del correspondiente alta federativa a la espera de que la entidad decida el próximo descarte en la plantilla (ya han causado baja Kike Márquez, Cuero y Hugo Rodríguez).

Natural de Loznika (Serbia), Despotovic se inició como futbolista en el equipo de su ciudad natal antes de fichar por el Vojvodina, con el que fue máximo goleador de la Superliga serbia con 18 tantos en la temporada 2006/07. Del Macva Sabac de su país pasó al Rapid de Bucarest y de Rumanía dio el salto al fútbol español cuando en 2008 se incorporó al Real Murcia, entonces en Segunda División A. Recaló después en el Salamanca (en la categoría de plata) antes de unirse al Girona, equipo en el que vivió sus mejores momentos. En el curso 2010/11 marcó 18 goles con el conjunto catalán y sus buenas cifras le llevaron al Urawa Red Diamonds de Japón, que pagó 700.000 euros al Girona por el traspaso. De Asia marchó a Oceanía para enrolarse en el Sydney FC de la Liga australiana, pero regresó a España y firmó por el Deportivo Alavés en el ejercicio 2014/15.

Su recorrido en España siempre fue en Segunda A y ahora se aviene a jugar en la división de bronce para poner su grano de arena en el reto del Cádiz de volver a la LFP en su sexto intento desde el último descenso.