Pretemporada

El Cádiz CF vence al Sanluqueño (0-1)

  • Un golazo de Kecojevic en el único disparo a puerta otorga el triunfo al equipo amarillo en un encuentro aburrido

Sergio Sánchez y Edu Ramos intentan anticiparse a David Segura.

Sergio Sánchez y Edu Ramos intentan anticiparse a David Segura. / Cádiz CF

Atlético Sanluqueño y Cádiz CF desplegaron un encuentro que encaja como anillo al dedo en el manual de amistosos de pretemporada. Un partido de esos que conviene olvidar cuanto antes porque no sirve más que para acumular kilómetros. Un choque repleto de imprecisiones, útil para avanzar en la articulación del sistema defensivo e inútil para todo lo demás. Kecojevic, uno de los candidatos a salir del equipo antes de que acabe el verano, dio la victoria a los amarillos (0-1) con un golazo por la escuadra bien avanzada la segunda parte.

El tanto fue prácticamente el único disparo a puerta de un envite de marcado acento destructivo, aunque sin conclusiones en la faceta atacante más allá de la necesidad que tiene el Cádiz de fichar al menos un delantero de referencia. El club tiene tiempo, aunque la tarea no es nada fácil.

Los amarillos llevaron la iniciativa pero con escasa profundidad frente a un cuadro local muy ordenado atrás que poco a poco fue perdiendo la timidez una vez asentados sus anclajes en la retaguardia. La banda derecha se convirtió en la única rendija por la que pudieron colarse los visitantes, eso sí, en unos compases iniciales carentes del más mínimo peligro en las áreas.

Ninguno de los dos equipos llegó a sentirse cómodo con el esférico. Cuando había que exponer un poco más en el pase aparecieron las defensas para desbaratar cualquier intentona. Y los porteros, dos espectadores más.

A la hora de robar, ni unos ni otros tenían pegas. El problemas era construir, a lo que estaba más obligado el equipo de superior categoría. Los de Álvaro Cervera ejercieron una presión asfixiante que surtió efecto en el plano defensivo, pero no dio para sorprender en ataque. Álex Fernández, incrustado en tres cuartos como ayudante en la delantera y en la media, fue quien llevó el timón.

Todo quedó a expensas de una acción a balón parado o del aprovechamiento de algún error, elemento común en la vida cotidiana y también en el fútbol. Ni por esas.

El local David Segura rompió el letargo por la izquierda tras sendos fallos de Isaac Carcelén y David Querol, aunque la cosa no pasó a mayores. Por momentos pareció que el Sanluqueño le ponía más empeño frente a un Cádiz atascado cuando tenía que mirar la portería contraria.

El desarrollo de la primera mitad resultaba tedioso a la espera de que alguien se animase a cambiar el rumbo de un partido más amistoso que nunca. Transcurrida media hora, el cuero no había ido en dirección a puerta. Mayor demérito cabía para el conjunto de Segunda División A, que no mostraba su supuesta superioridad.

Fue el anfitrión Quesada el que más cerca estuvo del arco con un derechazo raso desde la frontal (minuto 31) que se marchó fuera cerca de un poste. Replicó Alberto Perea en el 37 con un disparo similar que se perdió por un de los Fondos. Poco más dio de sí un primer acto infumable, asociado a la preparación veraniega. Lo más entretenido fue un amago de tangana al filo del descanso que no pasó a mayores. Los amarillos apretaron en busca del gol pero se interpuso el pitido del colegiado en el minuto 45.

Cervera sacó un equipo casi nuevo en la reanudación. Sólo mantuvo en el césped a David Gil y Kecojevic, mientras el técnico del Sanluqueño, Abel Gómez, mantuvo el bloque antes de emprender el carrusel de cambios durante la segunda mitad.

Para los visitantes fue como empezar un partido nuevo, con algunas situaciones forzadas como la ubicación de Javi Navarro en el lateral izquierdo en detrimento de Brian, condenado a cambiar de club.

El canterano Seth Airam dispuso de 45 minutos en los que partió desde el costado derecho con máxima aplicación defensiva, como le gusta a su entrenador.

Los movimientos de piezas no alteraron el guión. Las ocasiones brillaban por su ausencia en un choque sin un dueño claro. En el 55, José Mari metió el susto en el cuerpo a la parroquia local con un centro chut que el arquero sacó con muchas dificultades. Fue un chispazo aislado porque la eficiencia defensiva doblegó a la ceguera ofensiva.

Puesto a no jugar a nada, de nuevo saltaron las chispas sobre el césped, primero entre Jose Romero y Lekic (una cartulina para cada uno) y después entre Garrido y Peli. Calentones sin más añadidos al aburrimiento de una noche de verano que tuvo un paréntesis en el minuto 74 cuando Kecojevic inauguró el marcador con un auténtico golazo. Lo único bonito del partido.

El balcánico acostumbra a marcar de cabeza en sus incorporaciones al ataque, pero esta vez lo hizo con un zurdazo certero dirigido a la escuadra tras una falta lanzada al interior del área que había rechazado la zaga verdiblanca.

En un duelo de todo menos vistoso, si había un gol tenía que ser a balón parado. Los de Abel Gómez trataron de responder con la misma moneda, aunque el testarazo de Álex Cruz (en el 79) se escapó por encima del larguero.

Tuvo una más el Sanluqueño con un libre directo desde la frontal del área que Antonio Jesús envió fuera por muy poco.

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