Que el cadismo está acostumbrado a vivir a base de rachas desde que afortunadamente llegó al banquillo del Ramón de Carranza Álvaro Cervera es algo impepinable. Las ha habido a menudo y de todo tipo, aunque se debe reconocer que las de corte positivo han sido más numerosas que las compuestas por marcadores negativos.

Ahora de nuevo está marchando como un cohete el conjunto amarillo luego de un arranque liguero desesperanzador en el que, para cumplir con lo habitual, el Cádiz 2018/19 llegó a alinear nueve jornadas seguidas sin saborear un triunfo después del obtenido en el compromiso inaugural frente al Almería.

De pronto se varió la trayectoria de manera radical, pasando como por arte de birlibirloque de la noche oscura al día supersoleado. Aquel calvario se vio relevado por cinco victorias sin interrupción... de momento. Este registro ya no es moco de pavo, pero la plantilla anda tan embalada que muchos aficionados confían en que se sigan añadiendo muescas al revólver en forma de rivales convertidos en víctimas.

En caso de prolongarse la retahíla de éxitos, este Cádiz resucitado hasta límites impensables en un visto y no visto puede batir muy pronto algún que otro récord de los establecidos a lo largo de la historia del club.

En lo que respecta a la Segunda División, la plusmarca es compartida por dos plantillas con siete triunfos ininterrumpidos. Ese magnífico balance lo alcanzó en primer lugar la de la temporada 2004/05, cuando con el uruguayo Víctor Espárrago en el banquillo se logró el ascenso más reciente a Primera División. Entonces se batió, entre las jornadas 11ª a 17ª, a Málaga B (4-0), Salamanca (1-3), Pvo. Ejido (3-0), Córdoba (0-2), Elche (3-1), Valladolid (0-1) y Tenerife (4-1).

Ese récord se igualó, con el mismo Álvaro Cervera a los mandos, durante la pasada campaña, la 2017/18. Todavía andan muy frescos en la memoria los siete éxitos sumados entre las jornadas 13ª y 19ª al vencer a Almería (0-2), Reus (1-0), Sporting (0-3), Valladolid (1-0), Albacete (2-0), Zaragoza (0-2) y Barcelona B (3-1).Ganando en Zaragoza mañana se emularía la racha de seis choques sacados adelante en el curso 1973/74, con el ex seleccionador Domingo Balmanya como técnico.

Pero los hay que sueñan con cargarse el recórd absoluto, en cualquier categoría, en posesión del Cádiz 2000/2001, aquel que con Carlos Orúe fue capaz de encadenar nueve triunfos militando en Segunda División B.