El Cádiz CF dio un paso de gigante hacia la permanencia en la élite del fútbol español gracias a una trabajada victoria (0-1) en Getafe, la primera de su historia, gracias a un solitario gol en propia puerta de Timor.

El triste escenario donde el Cádiz CF perdió la máxima categoría hace 15 años se convirtió en el paradisíaco lugar en el que los amarillos encarrilaron la salvación en un duelo equilibrado.

La lógica apuntaba a un empate, pero la fortuna sonrió a un equipo que con el 0-1 ya en la segunda parte supo administrar la ventaja, sumar tres puntos de oro y alcanzar los 35 a falta de ocho jornadas para el final de la Liga.

Los de Álvaro Cervera lograron dos triunfos consecutivos por primera vez este temporada (tras doblegar al Valencia) cuando más falta hacía. Y un asunto que no es menor: dejaron la portería a cero, el fundamento en el que se basa Álvaro Cervera y los suyos para optar al éxito. La buena racha es un hecho.

Los amarillos salieron con el once esperado, incluido Juan Cala, y el clásico 4-4-2 con el que llevaron el mando en los compases iniciales. La prueba fue que Álvaro Negredo firmó el primer disparo (minuto 6), sin peligro para Soria.

Pero fueron los locales los que estuvieron a un pequeño paso de adelantarse en el marcador fruto de un saque de esquina (ene 8) rematado dos veces por Jaime Mata en boca de gol. Ledesma salvó y después fue Negredo quien despejó en la línea de portería.

La respuesta fue tan inmediata que a la contra enfiló Alberto Perea solo el área contraria hasta que se quedó sin resuello y Djené se anticipó antes de que pudiese rematar.

El desarrollo del partido se ajustó poco al guión previsible, con idas y venidas sin demasiado orden de los anfitriones y la sensación de poder golpear en cualquier momento por parte de los visitantes.

Y es que el Cádiz CF, sin olvidar el principio básico de la defensa, se estiró con frecuencia como un acordeón, olió la inseguridad atrás de los azulones e hizo llegar el esférico al área, con apariciones de los delanteros.

Al filo del cuarto hora rozó el gol Jens Jonsson (en una segunda jugada tras un córner) con un certero remate a centro de Salvi que Soria respondió con un paradón con el que evitó el 0-1.

La igualdad fue la nota predominante, con los gaditanos sólidos en su parcela con la concesión de saques de esquina como único pecado. El plan tenía dos vertientes: juego directo directo en la salida del balón en juego posicional y la contra.

Negredo, muy activo, dio el segundo aviso en el minuto 25 con un cabezazo que llevó el balón por el encima del larguero.

De ahí hasta el descanso, sin ocasiones, con desacierto en los pases y aumento del dominio de los madrileños, que llegaron con peligro poco antes del intermedio con un cabezazo alto de Mata.

Los amarillos fueron perdiendo el tono, claramente a menos con el paso del tiempo mientras los de casa mejoraron con presión y robo.

La pausa de 15 minutos benefició a un Cádiz CF atascado en la acumulación de pérdidas de balón, con la oportunidad de resetearse en vestuarios con vistas al segundo tramo, el decisivo.

Las acciones a balón parado siguieron como las opciones más cercanas al gol en la reanudación, como el testarazo de Fali no muy lejos de la portería tras saque de esquina de Salvi.

El Getafe estaba obligado a apretar por necesidad y a ello se pusieron los de José Bordalás, volcados en ataque y haciendo sufrir a los amarillos. En el 55, Espino llegó a lo justo para taponar el zurdazo de Olivera delante de Ledesma. Y en el 59, el cuero rozó el poste tras un cabezazo de Djené una vez más tras un córner.

El Cádiz CF estaba empezando a pasarlo mal de verdad y Álvaro Cervera no esperó mas a mover el banquillo. Iván Alejo, en la derecha, y Jairo, en punta, entraron en acción en busca de frescura poco antes de una de esas jugadas catalogadas como claves en el devenir de un partido.

Y es que, en el 63, cuando peor lo pasaban los gaditanos, una incursión sin aparente peligro derivó en el 0-1. Centro de Espino, el balón rebotó en Aleñá antes de entrar en el área, Sobrino no llegó al remate y cuando Timor pretendía dejarlo pasar tocó en su pecho y se alojó en la portería. Algo de milagro hubo en una de las jugadas tontas de la Liga.

Un gol de esos considerados churros, un accidente pero gol y al fin al cabo que abrió un nuevo escenario, inmejorable para los gaditanos en una situación complicada.

Con media hora por delante, tocó remangarse para defender una renta mínima pero de un valor incalculable. Cervera metió más oxígeno con Marcos Mauro (en lugar del lesionado Fali), Malabsic y el reaparecido Lozano. Los jugadores se emplearon a fondo en la destrucción, como bien saben hacer, para contener a un Getafe que empujó de lo lindo. En el 86, Ledesma repelió un misil de Aleñá y el Cádiz CF volvió sufrir en un saque de esquina que a punto estuvo de traducirse en el empate.

Y al final, en la última jugada, Iván Alejo estrelló el balón en la cruceta. Ahí perdió el 0-2 y la opción de igualar el goal average particular. Pero la victoria no se escapó.