El Cádiz CF ha emitido un comunicado en el que muestra su pesar por el fallecimiento del ex jugador amarillo János Beke, que contaba con 84 años. Residía en Torrevieja (Alicante). Este delantero húngaro jugó en otros equipos españoles como el Valladolid y el Albacete. Pasó una campaña en el Carranza (1960-61).

János Beke Radenkowics nació el 29 de agosto de 1936 (Budapest) y desde muy niño comenzó a jugador en diferentes escuelas de su país, donde compartió experiencia con algunos de los mejores futbolistas de la época. Tras estar en la máxima categoría de su país, en el Vasas -el pago por jugar fue una bicicleta-, huyó con motivo de la guerra escondido en los bajos de un camión, si bien al pasar la frontera fue capturado y trasladado a un campo de concentración en Livorno, donde ejerció de cocinero.

Pero es en 1958 cuando convenció en una gira a un club español y le llegó una propuesta ambiciosa de la Segunda División para unirse al proyecto del Valladolid. Sin embargo, las lesiones tiraron por tierra dos años y recaló posteriormente en el Cádiz CF, donde acumuló 26 partidos y 12 goles ya con una pierna maltrecha. Ese buen rendimiento le abrió las puertas de un Albacete entonces muy ambicioso bajo la presidencia de Policarpo Tornero Lájara, pero otra vez los problemas físico fulminaron todo el esfuerzo económico efectuado por los manchegos. Tras varias operaciones, una última en Barcelona le permitió sentirse futbolista en el Badalona antes de acabar en el Excelsior y el Feyenoord, en Holanda.

Casado con una española, Beke empezó un ciclo como entrenador en equipos casi desconocidos de Holanda y cuando estaba a punto de la jubilación, su hijo compró el histórico CD Logroñés y le asignó la dirección del equipo. Fue en 2005, el último vínculo con el fútbol de este húngaro medio español que dejó huella en el Cádiz CF.