El viento de Levante deja en el aire la salida del Allure of the Seas del dique 4

Los remolcadores van a añadir una quinta de sus embarcaciones para intentar aminorar los riesgos

La intención es darle salida al crucero de Royal Caribbean antes de las tres de la tarde aprovechando la marea

8 horas necesita el dique 4 de Navantia de Cádiz para vaciarse del todo. Así es la operación

El Allure of the Seas lleva listo para salir y su salida está frenada por factores externos a Navantia. La meteorología es determinante en una operación como ésta / J.B.

"Se trata de una maniobra muy demandante". Así se expresaban este miércoles por la mañana los prácticos del puerto cuando se les preguntaba por la hora de salida del majestuoso crucero Allure of the Seas del dique 4, en el que permanece desde hace ya más de 40 días para someterse a una millonaria reforma que ha vuelto a poner al astillero gaditano de Navantia en la cúspide del sector.

El viento de Levante está soplando con fuerza en la capital y se espera que vaya a peor en las próximas horas. Los servicios portuarios confían en que se abra una "ventana", una posibilidad, sobre las dos o dos y media de la tarde, en la que el viento calme un ápice y haga posible la salida del crucero de Royal Caribbean que ya está del todo listo.

Así, tanto los prácticos como los propios trabajadores de Navantia confían en que ese sea el momento en el que los servicios portuarios del puerto de Cádiz pongan toda la carne en el asador para tratar de sacar, seguro que con éxito, este gigantesco barco de 362 metros de longitud o eslora del cajon del dique 4 que lleva ya horas cubierto de agua y con el buque matenido a flote.

El Allure of the Seas estaba hace unos minutos cargando ya las lanchas de salvamento, listo para abandonar en cuestión de dos o tres horas el dique 4 de Navantia Cádiz / D.C

Tanto es así que fuentes cercanas aseguran que las compuertas están ya abiertas y que en estos momentos están procediendo a embarcar las lanchas de salvamento que es ya prácticamente lo último que se suele hacer antes de la despedida definitiva y la salida a altamar, en este caso del Allure of the Seas, en busca de Barcelona, que será el primer puerto después del gaditano que podrá disfrutar y observar los profundos cambios y servicios añadidos durante la larga y millonaria estancia en el astillero gaditano de Navantia.

Así, los servicios portuarios apuntan ya que si para sacar con normalidad a un buque de este dique suelen hacer falta cuatro remolcadores, van a intentar poner una quinta de estas embarcaciones, para afinar la operación, ya que el Levante la convierte en toda una prueba de concurso. Los profesionales que están alrededor de este movimiento y salida del buque del dique 4 aseguran que son minutos en los que "se nos para la respiración, ya que son momentos muy delicados".

A ellos no les vale la excusa de que no es la primera vez que hacen algo parecido, ya que para ellos siempre es una primera vez ya que las condiciones meteorológicas, el tipo de buque, el tipo de reforma, nunca son idénticas en un caso y otro. Y a eso se le suma que un día como hoy, en el que el Levante dice "aquí estoy yo", es realmente el que manda y las rachas se puede convertir en un elemento aleatorio que les hace mantener la tensión hasta que consiguen que el crucero esté ya fuera del dique.