Cádiz

Los vecinos de Cádiz no ven la ciudad tan sucia como denuncia la oposición

Zona de Los Balbo en la que los malos olores y la suciedad se acumulan, ofreciendo una pésima imagen.

Zona de Los Balbo en la que los malos olores y la suciedad se acumulan, ofreciendo una pésima imagen. / Julio González

Representan a los vecinos de Guillén Moreno, barrio de Astilleros, Santa María y Segunda Aguada. Hablan en nombre de un alto porcentaje de gaditanos y simplemente consideran que Cádiz no está tan sucio como dice la oposición del Ayuntamiento de Cádiz.

Y es más, hasta el propio equipo de Gobierno ha pedido un tratamiento de choque para limpiar la ciudad. Pero los gaditanos consultados no ven Cádiz tan sucio.

Consultados sus portavoces vecinales, desde estos barrios le dan un toque al Ayuntamiento pero leve; le dan otro toquecillo a la empresa de limpieza, pero leve y, al final, se echan sobre sus espaldas que si la ciudad está sucia es porque los gaditanos no la cuidamos.

¿Y ahora qué? ¿Qué se hace con esos mensajes que desde los medios de comunicación y desde los escaños de la oposición se lanzan contra el alcalde y contra sus responsables de Medio Ambiente en los que dicen que Cádiz tiene "mugre", "pringue" y que está "empercochá"?

Desde Guillén Moreno, un representante de su asociación de vecinos Fermín Salvochea, inicia su respuesta a este periódico con un "está hecha polvo, está asquerosísima...", pero este mensaje le dura poco. Sigue contando que la ciudad está abandonada y que hay dejadez... Pero pronto baja el tono y empieza a quitarle la culpa a los alojados en el edificio de San Juan de Dios para echársela a sus conciudadanos. "Si hay chicles pegados en el suelo es porque los tiramos los gaditanos", afirma este representante, que prefirió no dar su nombre.

Una de cal y una de arena. Porque, de repente, reconoce que en el parque de los Cinco Continentes se ven ratas "como gatos", "pero la culpa la tienen los vecinos que les echan de comer". "Somos así porque aquí hay vecinos que tiran las bolsas de basura desde sus terrazas", se revientan y "ahí queda la basura hasta que llegan los trabajadores de la limpieza y la retiran... Toda la culpa no es del Ayuntamiento, nosotros mismos, los vecinos, tenemos que cuidar un poco más nuestra barriada". Eso sí, los contenedores de basura "están sucios y resultan incómodos, sobre todo para la gente mayor".

Antonio Peinado, en nombre de los vecinos de la Segunda Aguada, empieza sus declaraciones con un rotundo "no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia". Peinado afirma que la caca y los pipís de los perros dan esa imagen de una ciudad sucia. Por lo que el presidente del vecindario de la Segunda Aguada no duda que la culpa es básicamente de los propietarios de los canes. "Y ese es el mismo campo de batalla en el que luchaban Carlos Díaz, después Teófila y ahora esta gente. Los ciudadanos tenemos mucha culpa de la situación de la limpieza de Cádiz. Salimos a trabajar a las seis de la mañana con las bolsas de basura en nuestras manos, de manera que a las diez de la mañana están ya los contenedores llenos".

Este experimentado dirigente vecinal no quiere dejar al Ayuntamiento a salvo del todo y afirma que "tiene la culpa de la limpieza de un modo u otro, pero los gaditanos debemos mirarnos y poner más de nuestra parte". Peinado afirma que la limpieza se ha utilizado siempre como "arma arrojadiza entre los políticos y Cádiz no volverá a ser una ciudad limpia hasta que no aprendamos a sacar a nuestros perros a la calle a hacer sus necesidades. Sólo con eso, la ciudad ganaría mucho".

Peinado quiso hacer un llamamiento a las autoridades para el cumplimiento de lo establecido en la ordenanza municipal de limpieza y recogida de residuos urbanos y "pedimos que sean sancionados aquellos incívicos que incumplen las más elementales normas cívicas de convivencia y respeto".

"La calidad de vida, dependerá en buena medida de como seamos capaces de cuidar nuestro propio entorno". Igualmente, importante es, para Peinado, evitar y perseguir determinadas conductas irresponsables, la no recogida por parte de los dueños de mascotas de los excrementos de estos, ensuciar las plazas "o arrojar botellas en zonas ajardinadas, que por desgracia frecuentemente observamos en los parques de nuestra ciudad".

"No quiero parecer que estoy contento con el Ayuntamiento porque está claro que puede hacer más para que los contenedores estén en mejores condiciones. Muchos están destrozados y muy pocas veces se les verá limpiándolos por dentro".

Desde su asociación vecinal afirma que ellos mismos han llevado a cabo campañas para que los vecinos mantengan limpio el barrio. "Saben que somos los primeros perjudicados y que en muchas ocasiones los vecinos que viven en los bajos o en las primeras plantas tienen que cerrar sus ventanas para evitar los malos olores que desprenden los contenedores de basura".

Por su parte, el sucesor de Luis Arenal, José Gaviño, el "alcalde" del barrio de Astilleros fue taxativo: "Aquí no tenemos problemas de limpieza. Hay situaciones puntuales que propician los propios vecinos: vamos a comprar un mueble nuevo y el antiguo va a parar a la calle sabiendo que hay un servicio de recogida que funciona muy bien". Ahí tienen que estar ellos, como presidentes, los que, al final, tienen que llamar al Ayuntamiento para que retiren el mueble.

Gaviño afirma, eso sí, que los contenedores son escasos y están sucios y que muchas de las papeleras del barrio están amarradas con bolsas.

Al otro lado de la ciudad, desde uno de los Cádiz chiquitos, el barrio de Santa María, su representante vecinal, Pepe Rodríguez, cuenta que "tengo que agradecer al personal de la limpieza, que no al Ayuntamiento, que mi barrio está limpio".

Pepe Rodríguez ejerce desde muy temprano como presidente: "Me levanto muy pronto y me recorro el barrio entero. Con 20 minutos me vale y si veo deficiencias, llamo y me lo corrigen, si veo un mueble tirado, llamo y se lo llevan". Afirma que puede que algunos días le digan: "Mira Pepe, que tenemos el camión averiado o si les llamo para que, ahora con el Corpus, me quiten la cera del suelo, que me digan que tienen la máquina estropeada..."

Rodríguez reconoce que es una pena que tengan que andar siempre vigilantes para que todo esté en orden y limpio en el barrio, "pero lo principal es que esté todo en condiciones. Y lo mismo hago con el alumbrado. Me doy otra vuelta por el barrio de noche y si veo alguna bombilla o farola que no funcione, llamo yo mismo y en cuestión de horas está ya arreglado". Eso sí, antes de terminar sus declaraciones, "ponlo, por favor, desde aquí quiero darle las gracias a los trabajadores de la limpieza, que demasiado hacen con los aparatos que tienen".

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