Una de las medidas anunciadas hace semanas por el alcalde, junto a la bajada de la presión del agua en los domicilios, era el vaciado de las fuentes ornamentales de la ciudad; algo que se haría más como medida que visibilice la escasez de agua que como acción efectiva para reducir el consumo.

No obstante, transcurridas ya varias semanas desde que se anunciara la decisión, las fuentes siguen funcionando a pleno rendimiento y con absoluta normalidad. Una realidad sobre la que el Ayuntamiento ha querido explicar los motivos.

En primer lugar, indican fuentes municipales que todas las fuentes de la ciudad tienen circuito cerrado. Es decir, que mientras están funcionando no gastan agua, porque el agua que sale del chorro vuelve a recuperarse desde el vaso de la fuente.

Dicho esto, hay otra serie de excepciones de fuentes que necesitan estar funcionando y que por cuestiones técnicas –según aseguran desde el Ayuntamiento– no pueden vaciarse y quedar sin uso durante días. Por eso no solo siguen funcionando esas fuentes, sino que seguirán siendo vaciadas de manera periódica para las labores de limpieza y revisión y vueltas luego a llenar.

Esto ocurre, por ejemplo, con las fuentes de San Juan de Dios, con la de la Plaza de Sevilla o con la nueva de las Puertas de Tierra, actualmente sometida a trabajos de reparaciones de filtraciones.

El resto de fuentes –hasta un total de 25 con que cuenta actualmente la ciudad– se van a ir vaciando de manera progresiva en estas próximas fechas. Según indican a este respecto, la periodicidad aproximada para el vaciado y limpieza de las fuentes es una vez al mes; por lo que según vaya llegando el momento de ese vaciado para las fuentes que no requieren un uso continuado, el vaso no volverá a llenarse, cumpliendo así la medida anunciada.