Llevamos años, incluso alguna década, afirmando que el suelo de la ciudad se ha agotado y que, en materia de vivienda, apenas si se pueden realizar operaciones casi de microcirugía, fundamentalmente rehabilitando fincas en el casco antiguo o construyendo en solares donde estaban los últimos chalés de la ciudad.

La operación en el polígono de San Juan Bautista, popularmente conocido como Los Chinchorros, es la de mayor calado en los últimos años. Se cuentan por decenas las nuevas viviendas, más las que están pendiente por construir en esta gran parcela.

Los dos proyectos ejecutados por inmobiliarias sevillanas Abu y GS, se han convertido en sendos éxitos de ventas. Ambas han agotado rápidamente los pisos puestos a la venta, con especial relevancia en la promoción junto a la avenida de la Constitución de 1812, con 51 viviendas puestas en el mercado en apenas 9 horas.

Estas dos constructoras, como otras procedentes de otros puntos del país, buscan ahora suelo para seguir construyendo en Cádiz. La prioridad son promociones de nueva planta, más fáciles de ejecutar y más amplias de las que se pueden hacer rehabilitando fincas del casco antiguo.

Y aunque se diga que la ciudad ya está agotada, aún quedan algunos huecos por construir. Y para muchas viviendas.

El ejemplo más evidente en el extremo del solar que ocupa desde hace más de un siglo los depósitos de Tabacos en Loreto. En el convenio que en su día se firmó entre el Ayuntamiento y Altadis, la parcela más cercana a la entonces avenida de Juan Carlos I, ocupada por naves sin valor histórico, quedaban en manos de Logista, una sociedad de la empresa tabaquera, para la construcción de viviendas.

El convenio, firmado hace cerca de una década, daba vía libre a la construcción de dos torres con un total de 188. Una de ellas, con veinte pisos de altura, se destinaba a viviendas de renta libre; la segunda, con doce plantas, estaba destinada a protección oficial.

Logista nunca ejecutó este convenio, ni cuando la situación económica mejoró y el mercado de la vivienda comenzó a activarse también en Cádiz.

Hace un año desde esta sociedad se indicaba que no había fecha para el inicio de las obras. Ahora, fuentes del sector inmobiliario en Cádiz afirman que el terreno ha sido comprado por un fondo de inversión, tal vez interesado en su venta a una promotora, aspecto éste que no ha podido ser confirmado en Logista.

En la misma avenida, pero a la altura de la estación de San Severiano, permanece sin urbanizar, convertido en un aparcamiento en precario, el terreno que en su día ocuparon las llamadas “casitas bajas”, levantadas de urgencia tras la Explosión de 1947 y que se mantuvieron en pie durante cincuenta años.

Aquí la promotora Nueva Avenida planteó hace más de una década la construcción del edificio más alto de la ciudad: Torre 2012, con 36 plantas de altura, el doble del edificio más alto de la ciudad actualmente.

Diseñado por el estudio MCK Arquitectos, contaba con las seis primeras plantas destinadas a un hotel, y el resto para habilitar 120 viviendas.

El Ayuntamiento no permitió esta altura, exigió un edificio menos impactante y la operación se paro. Según el sector, el solar está en manos de una entidad bancaria, pendiente de un concurso de acreedores.Más allá, sólo quedan solares vacíos en extramuros pero de propiedad pública.