¿Por qué no tiramos la estatua de Marqués de Comillas en Cádiz?
El Ayuntamiento ejecuta arreglos en el monumento a la vez que le retira el nombre de la Alameda tras más de un siglo de historia
El Ayuntamiento de Cádiz ha ejecutado obras de mantenimiento en el monumento al Marqués de Comillas, uno de los conjuntos escultóricos más relevantes de la ciudad. La inversión ha sido mínima, apenas unos 2.000 euros, tras la caída de algunas piezas del mismo hace ya unos años. A estos trabajos ya terminados se les unen los que se realizados recientemente de limpieza de todo el conjunto.
El monumento, obra de Antonio Parera, se inauguró en 1922, por lo que cumple ahora su primer siglo de existencia. El proyecto incluyó la construcción de una cripta donde se habilitó la que fue la primera biblioteca de temas iberoamericanos.
Junto al monumento, el Ayuntamiento ya había titulado en 1893 este tramo de la Alameda con el nombre del naviero. Se convertía así en un doble homenaje a Claudio López Brú, segundo marqués de Comillas, propietario de la Compañía Trasatlántica, que aunque nació en Barcelona situó a Cádiz en el centro de una de las grandes compañías navieras de le época.
El pasado mes de noviembre, el gobierno municipal eliminó del callejero el nombre de Alameda Marqués de Comillas, que había sobreviviendo a periodos monárquicos, dictatoriales y de la II República.
Como justificación se aducía al comercio con esclavos promovido por la empresa naviera de López Brú, una acusación que nunca ha tenido una base histórica ni documental.
Por eso llega a ser llamativo que el Ayuntamiento afronte obras en el monumento al naviero y a la vez le retire su nombre del callejero. La cuestión es que si no merece mantener esta referencia tras 125 años de existencia, o si por el contrario la ciudad debería de avergonzarse de este homenaje. Y si el Ayuntamiento considera que la Alameda debe perder su nombre histórico ¿por qué sigue en pie su estatua?
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