"Los recortes en educación reducen las oportunidades y harán más pobres y peor la economía y la sociedad del futuro". Estas palabras las ha pronunciado esta misma semana el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, en el acto homenaje a los docentes y el personal de administración y servicios jubilados en 2010, celebrado en Sevilla. En ese evento, el presidente del Gobierno andaluz también resaltó que la educación debe situarse en "el vértice de todas las prioridades", e insistió en que la crisis "no puede ser un pretexto para renunciar a una educación pública de calidad".

Justo eso, si la acaparadora crisis económica está extendiendo sus tentáculos por los centros educativos de titularidad pública, es lo que hemos preguntado a varios directores de colegios gaditanos.

La responsable máxima del centro de Educación Infantil y Primaria Andalucía, Adela del Moral, reflexiona sobre esta cuestión en voz alta, y transmite que no ha apreciado recortes en materia educativa en su centro: "Este curso contamos con un profesor menos, pero no por la crisis sino por que así lo marca la normativa. En concreto, porque este año no contamos con el Plan de Mejora. Tenemos que volver a solicitarlo". Y agrega: "Sí hemos observado retraso en los pagos de las partidas de funcionamiento. El ingreso de ese dinero se demora unos 15 días, pero pagar, están pagando. Y algo que nos extraña es que aún la Administración educativa no ha publicado las bonificaciones para los servicios del Plan de Familia, y por estas fechas ya siempre han estado anunciadas. Eso nos llama la atención, pero no es algo muy significativo", comenta.

La directora del colegio Adolfo de Castro, Miriam Fraisoli, es breve pero concisa: "No hemos notado recortes. Ni en nóminas, ni en personal, ni en materiales. Hay retraso en algunos pagos de los gastos en funcionamiento, pero siempre ha ocurrido así. No es novedad".

Este último apunte también lo hace la responsable del centro educativo Gadir, Araceli Eslava. "De momento, nada. Afortunadamente no nos hemos visto afectados por recortes. El profesorado me ha llegado puntual y también los sustitutos; y el bilingüismo se mantiene. Lo que aún está pendiente es la publicación de las bonificaciones de las que podrán beneficiarse las familias con hijos inscritos en el Plan de Familia". "No se han producido recortes. La situación ahora está tranquila, aunque dentro de dos meses no sabemos cómo estará la cosa", sonríe la profesional de la enseñanza.

La directora del colegio San Rafael, Isabel Lado, tampoco puede señalar tijeretazos en materia educativa. En su centro no se han producido novedades al respecto. No obstante, sí apunta que Educación aún no ha efectuado el pago correspondiente a los libros de texto, algo que le extraña, ya que asegura que en los últimos años ha realizado ese ingreso a finales del mes de agosto: "Este año aún no se ha ingresado nada para el programa de gratuidad de libros de texto. Normalmente, la Administración educativa abona el 80% del montante a finales de agosto y el 20% restante, a finales de noviembre. El hecho de que aún no se haya ingresado dinero está repercutiendo a los libreros, que nos traen los cheque-libros pero, por el momento, no podemos darle ningún dinero".

Esta demora en el pago para cubrir los gastos de los manuales escolares también la señala el responsable del colegio Santa Teresa, Emilio Bautista. Sin embargo, el docente también destaca que la Administración educativa ha ingresado este curso "antes que nunca" el primer pago destinado a los comedores de gestión directa, y para el de Santa Teresa viene a ser una cantidad que ronda los 3.000 euros.

Todo estos directores consultados no aprecian recortes, pero no opinan lo mismo los profesores interinos que llevan más de una semana encerrados en la Catedral de Sevilla para exigir la derogación del Decreto 302 y, por ende, que todos los interinos sean ordenados en las bolsas por tiempo de servicio. Estos docentes, unos 200, consideran que el Decreto 302 es "una manera encubierta de realizar recortes", ya que aseguran que un gran número de interinos perderá la antigüedad y dejará de cobrar los trienios y sexenios.