Fue el tesón mostrado por los empresarios del puerto de Cádiz lo que hizo posible que el puerto de Cádiz tuviera, de una manera o de otra, una terminal ferroviaria.

Hace dos años veían cada vez más lejos el trazado de La Cabezuela, al que ya hoy sí se le ve color. Eso les sumía en un estado vegetativo pues por todos es sabido que, tal y como dijo en su día el que fuera presidente de Puertos delEstado José Llorca, un puerto sin tren es un puerto asfixiado.

De ahí que empresarios como Bernardino Copano, hoy presidente de Apemar, en connivencia con otros empresario de gran peso específico en el sector, pusieran toda la carne en el asador para que los contenedores pudieran llegar hasta Cádiz, o al menos hasta Jerez, en tren, y que, a la inversa, pudieran tener salida hacia el resto de España y del mundo en ferrocarril.

Señal que indica la ubicación de la Ciudad del Transporte de Jerez.

Ese espaldarazo, unido a la firme apuesta realizada desde la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), aún en manos del socialista José Luis Blanco, hizo posible que, en cuestión de meses, el puerto de Cádiz lograra hacer resucitar unas instalaciones que llevaban años abandonadas.

Inicialmente, hace ahora dos años, era sólo Trasmediterránea la naviera que más necesitaba esa conexión ferroviaria que le liberaría, en cierta forma, de la dictadura del camión. De ahí que la terminal ferroviaria se puso en funcionamiento con sólo un tren semanal y en exclusiva para el uso de Armas Trasmediterránea.

En su primer año de vida consiguió una media de descarga de 23 Unidades de Transporte Intermodal (UTIS), medida equivalente a un contenedor, y de carga de 28 UTIS a origen. En esta primera fase sólo contaba con un servicio semanal de ida y vuelta entre Madrid y el puerto gaditano, aunque siempre con el sueño de llegar a los tres trenes semanales.

El tren que estrenó esta nueva infraestructura llegó con 33 vagones. En Jerez les esperaba una flota de camiones para el traslado de la carga hasta el puerto de Cádiz, y más concretamente hasta la terminal de Trasmediterránea, donde aguardaba el buque José María Entrecanales que, en seguida, pondría rumbo a las Islas Canarias.

El puerto de Cádiz ganó la concesión de la terminal y la puso en manos de Concasa

Pero el aterrizaje de Boluda con su proyecto Daily Canarias ha supuesto el auténtico y definitivo impulso a este complejo ferroviario. Su puesta en funcionamiento allá por abril o mayo de hace dos años ha hecho posible, en parte, esta apuesta de Boluda, que llegaba a Cádiz con una línea ferroviaria a tres cuartos de hora del muelle y con la promesa hecha casi realidad de contar en poco tiempo con el tren de La Cabezuela.

Así, con la llegada de Boluda, la terminal ferroviaria conocida como la Ciudad del Transporte de Jerez pasó de mover 280 UTIS (contenedores) en noviembre de 2020, cuando Vicente Boluda, con Mercadona de la mano, llegó a Cádiz, a mover 721 en diciembre, 1.201 en enero de 2021 y 1.529 en febrero de este año. El mantenimiento de la apuesta por parte de Armas Trasmediterránea, sin cuyo impulso inicial nada habría sido posible, y el movimiento que generó el proyecto Daily Canarias ha sextuplicado los tráficos ferroviarios en este complejo jerezano en tan sólo cuatro meses.

Cabe recordar que la APBC resultó la adjudicataria del contrato de Adif para la gestión de servicios y comercialización de la terminal de transporte de mercancías de Jerez. La APBC convocó, a su vez, un concurso para la subrogación del servicio a un operador privado, quedando la infraestructura en manos de la empresa Concasa, propiedad de Diana Domecq, que es quien vela por el buen funcionamiento del servicio que ofrece esta terminal.