El talento gaditano hace la maleta en busca de nuevas oportunidades profesionales. La caída en picado del empleo en España, más acusada aún en Cádiz, lleva a muchos licenciados a otros países donde cumplir expectativas. Son muchos los profesionales que salen hacia países como Alemania, fundamentalmente, además de Austria, Bélgica, Suiza o Noruega, como nuestros padres y abuelos hicieron durante el franquismo. Una historia que en apenas unas décadas reincide, pero con una gran diferencia. La extensa formación de los jóvenes, que tras ser preparados en España se marchan con su talento a otra parte.

En este apartado hay un sector especialmente demandado. Son los ingenieros españoles, que cotizan al alza en países como Alemania, donde cada vez se fugan más cerebros nacionales. Una situación cada vez más palpable en las aulas de la Escuela Superior de Ingeniería de Cádiz, así como en el Colegio de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental, donde informan de la situación.

Desde el Colegio de Ingenieros afirman que aunque no lo tienen todo contabilizado, hay un dos por ciento del total de colegiados ingenieros gaditanos (unos 10 de los 308 existentes) que emigraron el pasado año. La mayoría tiran para países como Alemania, Bélgica, Canadá e incluso Indonesia. Si bien, estas cifras se inflan todavía más, pues desde el propio Colegio afirman que muchos se marchan por su cuenta.

En términos generales se contabilizan un total de 4.062 gaditanos fuera, según el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística, así como 22.161 de toda la provincia.

Lo que sí confirman desde esta institución es que al Servicio de Empleabilidad del Colegio "están llegando últimamente muchas ofertas para trabajar en el extranjero. De hecho se han invertido los porcentajes y el 63 por ciento de las ofertas que llegan son para el extranjero", apunta el delegado del Colegio de Ingenieros Industriales de Cádiz, Carlos María Tomé. Demanda de unos "talentos que en nuestro país parece que están de más", añade. Y es que según apuntan desde este organismo, "vienen atraídos por el prestigio que los ingenieros españoles, considerados de los mejores del mundo".

Desde la base, desde la Escuela de Ingeniería gaditana, también confirma esta tendencia Juan Pablo Contreras, coordinador del grado de Ingeniería Aeroespacial y coordinador académico de la beca Erasmus con Alemania. "Son cada vez más los alumnos que vienen a preguntar por estos programas de intercambio, el interés es muy grande. De hecho son muchos lo que se quedan allí, o cuando regresan a Cádiz deciden regresar al poco tiempo a Alemania", afirma.

Informa del atractivo acuerdo de doble titulación establecido con la Escuela de Ingeniería de Frankfurt. "Una vez que el alumno concluye en Cádiz el último curso, va un año completo a Alemania para hacer el proyecto fin de carrera, así como la realización de un proceso de prácticas, con lo que refuerzan mucho su conocimiento del idioma", puntualiza. Este año hay tres alumnos gaditanos que forman parte de este programa, mientras que el pasado fueron cinco. "Y lo mismo ocurre con los alumnos alemanes, que siguen el mismo sistema de formación en Cádiz".

Por este motivo señala que desde el primer día que los estudiantes ingresan en la Escuela, "se habla de la importancia del idioma y de la movilidad, pues las mejores ofertas están sujetas al conocimiento de otros idiomas".

En este apartado el delegado del Colegio de Ingenieros de Cádiz, Carlos María Tomé, añade que "la internacionalización es fundamental, tanto de las empresas como de los propios ingenieros colegiados. Ahora bien -añade-, a nuestro juicio, para no perder talentos lo mejor es la combinación 'ingeniería española recluta ingenieros españoles y los lleva al extranjero a trabajar'. Así sabemos que su know-how y ese potencial volverá tarde temprano a España".

Asevera que "nuestros ingenieros están plenamente capacitados para triunfar fuera de España y, en ese sentido, si no existe la posibilidad de que desarrollen su labor aquí, han de salir al extranjero a trabajar". Para el delegado del Colegio la situación en España es negativa, "no es una novedad. Pero también vemos que las comunidades que en su momento apostaron por la industria están aguantando ahora mejor el chaparrón".

Para Carlos María Tomé es fundamental "defender el tejado industrial". Precisamente por eso, se está creando la Asociación Andalucía Industrial junto a Aicia (Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía) y la Asociación de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental, que se dedica íntegramente a esta labor. "Hay mucho potencial latente, muchas oportunidades, espacios de desarrollo, pero todos, empezando por las administraciones, tenemos que apostar por esta línea, de lo contrario, nos quedaríamos con la colonia turística y a ver qué pasa".

Juan Pablo Contreras lamenta en este sentido que en España no se inculque mucho el valor emprendedor. "El hecho de asumir riesgos para crear sus propias empresas", asevera. Como también considera "una pena que se formen aquí y trabajen allí. El coste en formación es muy grande para que lo exploten otros". Talento que, lamentablemente, emigra allí donde valoran su formación.