Ayuntamiento de Cádiz

El servicio de autobuses se estanca

  • A la antigüedad de la flota y del contrato se une el informe que alerta de un posible exceso de beneficios

Un autobús urbano de la línea 5.

Un autobús urbano de la línea 5. / Fito Carreto

El servicio de autobuses urbanos está estancado. A la espera de que el Ayuntamiento saque finalmente a licitación el nuevo contrato, varios síntomas reflejan la antigüedad excesiva que rodea al transporte urbano. El último viene dado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que ha alertado en un informe del “riesgo potencial de que se esté compensando en exceso a la compañía que ofrece el servicio”, que recibe un 15% del coste del servicio en concepto de compensación.

Explica el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que ese 15% fue fijado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en el año 1992 –en resolución al conflicto que mantenían las dos partes desde el año 1987 en que Tranvía empezó a demandar subvenciones del Ministerio de Economía para hacer frente a los déficits que el Consistorio negaba– para “restituir los déficits que ocasiona la prestación del servicio y mantener el equilibrio económico de la concesión”. Más de 26 años manteniendo en vigor una resolución judicial sin que empresa y Ayuntamiento hayan revisado ese contrato.

Ante esta situación, la comisión plantea varios métodos para calcular el beneficio razonable de la empresa, entre otros comparar la situación de Cádiz con el margen de beneficio de una empresa bien gestionada y activa en el mismo sector. Y en caso de que se concluya que existe una sobrecompensación, “debería notificarse a la Comisión Europea”.

En última instancia, la comisión recomienda al Ayuntamiento “revisar si la prestación del servicio público se está realizando adecuadamente y analizar aspectos como una licitación transparente y competitiva, la duración del contrato y las garantías de publicidad”.

Este informe que pone de manifiesto la tibieza de la relación contractual entre Tranvía y el Ayuntamiento –“a pesar de la ausencia de una prueba documental expresa por parte del Ayuntamiento, todo parece indicar que la gestión del transporte se realiza a través de una concesión”, llega a reflejar el informe– y pone en duda también una decisión (la del 15% de compensación) que se adoptó hace 26 años. Cuestiones que hablan de lo estancado que está este servicio de transporte urbano, como igualmente pone de manifiesto la antigüedad de la flota de autobuses que en la actualidad circula por la ciudad, con autobuses que se remontan al año 1998 y cuyas últimas adquisiciones se realizaron en el año 2007.

Todo ello a la espera de ese nuevo contrato que el concejal Martín Vila confía en que esté firmado y en ejecución a lo largo de este año, pese a que aún no se han aprobado los pliegos para salir a licitación.

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