Los regalos se ajustan a la crisis

Las tradicionales cestas de mimbre, que nacieron para transportar los productos cuando se acudía a una fiesta familiar, en la que se compartía la comida y la bebida, como una manera cómoda de trasladar los alimentos, han pasado a convertirse en el regalo perfecto para cualquier fiesta, pero especialmente para las navideñas.

Pero ese singular regalo obligado en estas fechas por parte de muchas empresas a sus clientes y también a sus empleados, se ha visto igualmente afectado por la crisis económica actual, lo que ha obligado a las firmas dedicadas a ese negocio a adaptar sus ofertas en sintonía con la situación.

Antonio Sainz, gerente de Ansama, una empresa especializada en ese tipo de regalos, con 44 años de experiencia, actualmente ubicada en el Polígono Las Salinas de Levante de El Puerto de Santa María, reconoce que se han perdido ventas a consecuencia de la crisis, especialmente en la provincia de Cádiz, pero indica que la empresa mantiene la misma política de ventas y que son capaces de adaptarse a lo que demanden sus clientes.

Los regalos se hacen, aunque ha descendido el número de empresas, por las que han desaparecido. Ellos han logrado equilibrar su presupuesto con clientes nacionales, tras el descenso que se venía produciendo desde 2008.

La empresa mantiene una gran selección de regalos en diferentes formatos y precios, desde cestas y arcones a cajas de madera y estuches de lujo, surtidos de vino, incluyendo lotes sin alcohol, "porque la gente sigue siendo agradecida".

Por su parte, Isabel Mora, directora de relaciones externas de el Centro Comercial Bahía de Cádiz de El Corte Ingles, destaca que el Departamento de Cestas y Lotes de Navidad se ha ido adaptando a las necesidades de los clientes y además de mantener el catálogo habitual ofrecen otras posibilidades, de acuerdo con los posibles presupuestos, con una gran variedad de productos todos de primera calidad y con la mejor presentación de cestas y lotes, "una demanda que el cliente agradece que hayamos recogido".

Aparte está el Club del Gourmet, con la mayor selección de alta gastronomía y la bodega más completa, que reúne unas 4.000 delicias nacionales e internacionales.

También Francisco Chicón, gerente de ultramarinos El Veedor, en la calle del mismo nombre, afirma que no han tenido más remedio que adaptarse a la situación económica actual, que dice que ha ido empeorando desde 2008.

Al respecto señala que los clientes han optado por regalar productos más baratos, ya que todo depende de un presupuesto previo al que tienen que ajustarse , lo que lógicamente se nota en la caja del establecimiento.

Para Chicón la prueba de que la crisis afecta a muchos es que "la gente está triste y eso es preocupante".

La tradición del regalo se mantiene, pero por lo general se han perdido aquellas vistosas cestas de antaño con las que las empresas obsequiaban a sus mejores clientes y empleados. Ahora el principal factor para elegirlas reside en el coste, por encima incluso del contenido, y hasta su principal atractivo, el jamón de alta gama, es sustituido por otros embutidos, y predominan mucho más los lazos y adornos que los propios productos de aquellas cestas navideñas.