Un proyecto farmacéutico velará en Cádiz por la mucha vida que hay después de un ictus

Las fundaciones Cajasol y Bidafarma eligen Cádiz y San Fernando para lanzar una iniciativa sanitaria de seguimiento personalizado a los pacientes que se recuperan de la enfermedad

Un total de 10 farmacias de la capital y 6 de La Isla participan en la puesta en marcha del proyecto 'Recupera vida'

Las farmacias de Cádiz salen a la calle: una labor más allá de dispensar medicinas

El acto de presentación del proyecto Post-Ictus se ha realizado en el salón de actos del hospital Puerta del Mar de Cádiz.
El acto de presentación del proyecto Post-Ictus se ha realizado en el salón de actos del hospital Puerta del Mar de Cádiz. / Jesús Marín

Ninguna enfermedad grave es fácil de sobrellevar, pues todas suelen tener su impacto negativo en el paciente y sus familiares, sus complicaciones posteriores, sus riesgos de recaídas una vez recuperados, sus limitaciones vitales, su medicación específica... En definitiva, un cambio de vida que suele llegar sin previo aviso, como la noche sucede a la mañana, y que ensombrece el futuro de los afectados. El ictus, el accidente cerebrovascular, es uno de estos golpes que aturde la vida y que siembra de miedos y dudas la existencia cotidiana de una persona que, sencillamente, ya no puede vivir con la normalidad anterior. Y precisamente para velar por ese delicado momento, por el largo momento posterior, a sufrir un ictus se ha lanzado en Cádiz el proyecto post-ictus 'Recupera vida', una iniciativa de las fundaciones Cajasol y Bidafarma que implica de lleno tanto a los profesionales del servicio de neurología del hospital Puerta del Mar como a un conjunto de 16 farmacias de la capital y de San Fernando, con sus farmacéuticos a la cabeza, que han asumido la puesta en marcha de este proyecto de seguimiento personalizado.

De la relevancia de este proyecto, de su importancia e impacto sobre el sistema sanitario de este rincón de la Bahía, da cuenta el acto organizado en el hospital Puerta del Mar para su presentación pública, que se ha realizado, además, dentro de la celebración de las Jornadas sobre Daño Cerebral organizadas por la asociación gaditana Adacca. El acto, conducido por Miguel Moya, director médico del hospital y neurólogo, ha contado con la presencia de José Luis Guijarro, director gerente del complejo hospitalario Puerta del Mar y San Carlos; Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol; Leandro Martínez, presidente de la Fundación Bidafarma; Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos; Alberto Virués, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz; Eva Pajares, delegada territorial de Salud; Patricia Cavada, alcaldesa de San Fernando, y Bruno García, alcalde de Cádiz.

El proyecto, explicado en el acto por el farmacéutico y vocal del Colegio gaditano Francisco José Marín Magán, persigue realizar un seguimiento personal y constante de la persona que ha sufrido un ictus y que en el hospital recibirá información acerca de cómo encontrar una farmacia a la que acudir. Una vez que el farmacéutico recibe esa solicitud y contacta con el paciente y sus familiares, comienza un proceso centrado en la llamada prevención secundaria, aquella que trata de evitar que se vuelva a producir el accidente cerebrovascular. Un proceso, por cierto, completamente gratuito para el paciente.

A la lógica situación de desconocimiento del enfermo sobre el impacto del ictus sobre su vida, el profesional de la farmacia activará las herramientas necesarias para, primero, informar al afectado de las consecuencias del ictus y. sobre todo, establecer las pautas para que la recuperación sea la mejor posible. Como desde la farmacia se puede tener acceso al historial de los pacientes y que, a través de la misma plataforma, también se pueden realizar consultas directas con el servicio de Neurología del Puerta del Mar, el primer paso será entregar al paciente sus medicamentos organizados en el llamado Sistema Personalizado de Dosificación (SPD), un pastillero especial que permite al paciente la toma ordenada de sus medicinas y que, por tanto, aumenta la adherencia del paciente hacia su medicación.

Asegurar que el enfermo tome correctamente su medicación y que lo haga de forma segura y pautada es el primer paso de un seguimiento que se completa con visitas domiciliarias del farmacéutico al paciente para comprobar sus avances y, si resulta necesario, asesorarle sobre la manera de dejar de fumar, controlar el peso, la tensión arterial y otros parámetros y ofrecer recomendaciones sobre hábitos saludables de vida, con pautas sobre una buena alimentación y la realización de algunos ejercicios. La conexión directa del farmacéutico con los neurólogos se antoja fundamental para cerrar con garantías este círculo de atención personalizada de un proyecto que se lanza en Cádiz y que en el acto de hoy ya ha sido reclamado para que se active también en otras localidades andaluzas.

En sus intervenciones, los participantes en el acto en el Puerta del Mar han valorado la iniciativa y han saludado que hayan sido San Fernando y Cádiz las dos ciudades elegidas para su puesta en marcha. Así, José Luis Guijarro ha destacado que se trata de un "proyecto colectivo" con muchos actores implicados. Leandro Martínez ha señalado que es una iniciativa marcada por "la salud, la cercanía y el compromiso" y una herramienta "clave para evitar recaídas". Alberto Virués ha explicado que el proyecto empieza en Cádiz por "la calidad de las farmacias gaditanas", mientras que Antonio Mingorance ha señalado la importancia de aumentar el porcentaje de adhesión a los medicamentos de los pacientes y ha mostrado su deseo que el programa se expanda a toda Andalucía. Este guante ha sido recogido por Antonio Pulido, que se ha declarado dispuesto a seguir trabajando con Bidafarma para ello y ha enmarcado la iniciativa en el objetivo de "avanzar para mejorar la calidad de vida de las personas". La delegada Eva Pajares ha destacado la iniciativa como complemento a la asistencia sanitaria que el paciente de ictus recibe en el hospital. Finalmente, los alcaldes Bruno García y Patricia Cavada han saludado la iniciativa y su intento de asegurar un buen tratamiento, compensar los miedos e inseguridades de los pacientes y evitar una recaída.

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