Miguel osuna molina. ex delegado de la zona franca de cádiz

"La política me ha costado mucho dinero"

  • Tras ser absuelto en el caso Rilco hace diez días, asegura que en estos ocho años lo ha pasado muy mal desde el punto de vista personal y profesional hasta el punto de tener que dejar Cádiz

Hace escasamente diez días que su abogado Felipe Meléndez le comunicó la noticia de su absolución en el caso Rilco, en el que el fiscal le pedía ocho años de prisión. Reconoce que se emocionó mucho cuando se lo dijeron. Alto funcionario del Estado, actualmente trabaja como inspector de Hacienda en Córdoba y no quiere saber nada de la política "porque los ocho años que he pasado tras salir de ella es como para arrepentirme".

-Son ocho años los que lleva con este proceso pero todavía no puede respirar del todo porque aún está el recurso ante el Tribunal Supremo por la sentencia del Tribunal de Cuentas y el caso Quality Food en el que ha sido imputado recientemente.

-Se ha quitado lo más gordo. Con respecto al Tribunal de Cuentas, lo importante es que lo que dice como hechos probados la Audiencia Provincial en su sentencia es tan claro que yo tengo muchas esperanzas de que el Tribunal Supremo los considere. De hecho la sentencia no le exige responsabilidad económica a Rodríguez de Castro porque entiende que Rilco se hizo, se pagó lo que valía y si alguien dijera que hay que pagar dinero a la Zona Franca se estaría produciendo un enriquecimiento injusto de la misma.

Me queda aún el calvario de Quality Food donde después de siete años encuentran que el Pisuerga pasa por Salamanca y yo les demuestro que pasa por Valladolid. A pesar de eso dicen que les da igual y siguen afirmando cosas que no corresponden con la realidad.

Cundo un abogado del Estado acude a un juez de instrucción y dice cosas de manera tajante que son falsas como que la Zona Franca prestó a Quality el doble de lo que le dio, nada más que tienes que irte a la contabilidad. Pero eso si lo dice un abogado del Estado y lo dice alguien que está acusado no es lo mismo. Habrá que tener mucha paciencia y tratar de desmontar las cosas argumento por argumento y papel por papel porque se han presentado las cosas con muy mala intención. Este abogado del Estado, José Aurelio Ruiz Piña, está tratando de salvar su propia responsabilidad.

-¿No cree usted difícilmente creíble que un abogado del Estado se meta en un asunto así por un tema personal?

-Aquí había una presunción de culpabilidad. Le pongo el ejemplo de que cuando yo voy a un caso de delito fiscal por mi profesión, el juez, los testigos y todos los demás piensan que si un inspector de Hacienda, que es un alto funcionario del Estado, dice que una cosa es de esta manera es muy difícil que nadie le lleve la contraria. En Rilco ese papel lo jugaba el abogado del Estado, que por motivos muy concretos estaba empeñado en que yo tenía que acabar en la cárcel. Eso lo ha dicho públicamente en la Agencia Tributaria antes y después de que yo estuviera trabajando allí y de que me echara de Cádiz.

En este caso concreto había un caso particular muy grande y así lo dije en el juicio y es que dos minutos después de que el PSOE presentara el escrito de acusación en el caso Rilco su pareja estaba enviando un correo electrónico con una copia de la denuncia a más de 200 compañeros míos inspectores de Hacienda. Esta familia, tanto Nuria Maroto como José Aurelio, han ido a hacer daño. Cuando un abogado del Estado, que además defiende los intereses de la Agencia Tributaria y dice en ella que yo voy a acabar en la cárcel, la verdad es que eso profesionalmente se traduce en una marginación casi total.

Yo, de las cinco categorías de inspectores de Hacienda que hay, tenía que estar ahora en la segunda y estoy en la cuarta porque nadie se atrevía a promocionarme aunque tenía méritos para ello. Eso se ha traducido en el trabajo de mi mujer, que también está en el Ministerio de Economía y Hacienda, y en las relaciones familiares porque tus hijos también están metidos en el ajo. Eso nos decidió a marcharnos de Cádiz. que para mí fue un auténtico drama porque es una ciudad que quiero mucho y en la que pensaba quedarme hasta que me jubilara.

-¿En un trabajo como el suyo, inspector de Hacienda, cómo le ha afectado en su relación con las empresas y los asesores?

-Ha sido muy fuerte porque cada vez que le tenía que sacar los colores a la gente porque habían hecho algo malo y tenía que pagar por ello, el asesor que estaba enfrente lo que te sacaba es que tú estás imputado penalmente. La verdad es para mí ha sido un coste profesional tremendo. Yo sabía que tarde o temprano tenía que salir la verdad pero especialmente mi mujer leía lo que iba saliendo y lo ha pasado muy mal. Ha estado incluso con depresión y cuando ha salido la noticia yo me he alegrado en primer lugar por ella. Es curioso que a veces se despierta angustiada por la noche pensando que es mentira lo de la sentencia, pero no me importa que me despierte por las noches para darme un abrazo.

-¿Y a su juicio de donde viene esa presunta inquina por parte del abogado del Estado?

-José Aurelio no sólo no le importa el daño que me pueda hacer sino que además tiene que demostrar lo mala persona que soy y que lo he hecho muy mal y ha acudido a todo el que podía acudir a contar las verdades a medias.

Si él desde el principio habla claro, su jefe lo hubiera sustituido desde el año 2007 porque su mujer está implicada. Resulta que la última vez que sacan una plaza para promocionar Miguel Osuna se la gana a su mujer por los méritos profesionales a pesar de ser puntuado con la mínima y de todo lo que has hablado de Osuna. Le gana hasta dos veces. Se dan circunstancias como hablar con amigos y ex amigos míos y le dicen que tenga cuidado porque Miguel Osuna va a acabar en la cárcel. Eso no solo es de mal funcionario sino de mala persona.

-¿Se ha planteado emprender acciones judiciales contra el abogado del Estado?

-Creo que estas cosas hay que tomárselas con calma. Yo no quiero venganza pero sí que lo platos rotos los pague quien los tiene que pagar porque se me ha hecho un daño moral y profesional enorme. Hay que ser muy prudente porque hay que acabar todos los temas y reactivar todo lo que haya que activar. Pasará el tiempo, se resolverán todos los temas y sí pediré responsabilidades porque pienso que si esto lo hubiera hecho un abogado en el ejercicio de su actividad un Colegio lo hubiera inhabilitado de todas todas.

-¿Te has sentido observado y hasta avergonzado cuando salías a la calle?

-Sobre todo para mi mujer y mi hija el cambio ha sido radical. Gente que le vuelve la cara, gente que te ha retirado la palabra y el saludo. Eso es muy duro. Una niña que se ha criado en Cádiz y que le saludaban y directamente te pongan mala cara. En el caso de mi mujer amistades que consideraba muy íntimas. Profesionalmente ha sido malo pero personalmente mucho peor.

-La gente decía que a Rodríguez de Castro se le veía venir el delito pero casi todos decían que Osuna no tenía pinta de ser culpable.

-Por la opinión en general que se está expresando me siento como si hubiera hecho el tonto por meterme en un sitio que no tenía necesidad de meterme. Yo tengo mi carrera profesional, unos ingresos profesionales muy buenos y otros semiprofesionales, es decir, los inspectores de Hacienda donde ganan dinero es dando cursos, preparando oposiciones y dando conferencias sobre temas muy específicos y escribiendo artículos sobre temas muy concretos. Yo en esos aspectos destacaba. A mí la política me ha costado mucho dinero. Por ejemplo el que no me hayan ascendido puede suponer unos cuantos cientos de euros al mes, pero el hecho de que antes ganaba el 50% de lo que eran mis ingresos por dar cursos, conferencias y ser profesor de la Hacienda Pública entre otras cosas, todo eso lo perdí. Cuando me comparo con mis compañeros que entraron conmigo todos han ido haciendo su patrimonio. Vivía económicamente muy bien antes de entrar en la política pero cuando salgo de ella se me cierran todas las puertas. Esto lo hemos pagado toda la familia.

-¿Te has sentido arropado por el Partido Popular?

-La verdad es que sí y especialmente por algunas personas en concreto. Por parte de la alcaldesa, del equipo de Gobierno, por Antonio Sanz. No me he sentido solo en ningún momento. Lo que sí he visto, y así lo he dicho en varias ocasiones, es que este asunto estaba intentando politizarse y cuanto más me apoyaban políticamente menos técnico se volvía el tema. El tema de Quality es un tema clarísimo que no es político. A mí en determinados momentos no me ha interesado que el asunto se politizara. Me he sentido apoyado humanamente siempre en momentos muy difíciles donde a la gente del PP no le hubiera costado nada quedarse callada. Ahora, yo no soy un político profesional. Cuando acabo mi aventura en Zona Franca sigo militando pero me voy a mi trabajo en Hacienda.

-¿Le ha pagado el PP su abogado?

-Ha colaborado. Ya me gustaría que todo ese tema estuviera resuelto. Muchas veces me ha quitado más el sueño el problema de pagar a los abogados que los temas de los que me estaban acusando. Se está hablando de cantidades muy grandes donde me están ayudando. Por ejemplo para presentar el recurso ante el Supremo son 12.000 euros, que los pagas o no lo presentas. Después de mi casa de Chiclana con una hipoteca y embargada y no tenía donde acudir para poderme defender. Ahí uno recurre a los amigos de dentro y fuera del PP para conseguir el dinero porque si no, no te puedes defender.

---¿Se llevó las manos a la cabeza cuando su anterior abogado dijo que usted había ido a la Zona Franca para limpiar la mierda que había dejado Rodríguez de Castro?

-Pues la verdad es que sí. Lo que habíamos hablado minutos antes es que yo cuando entré, tras la dimisión traumática de Rodríguez de Castro, es que me tenía que cuestionar todo lo que yo me encontrara. Una cosa es decir eso y otra es lo que él dijo. Ahí le falló y habló más como amigo que como abogado y me quiso defender más de la cuenta. Yo no iba allí a limpiar la mierda. Cuando lo que se busca es un perfil para esa función no se acude a un interventor. Si lo que se quiere es tapar determinadas cosas, se hubiera metido a un político metido a profesional. Fue una frase desafortunada.

-¿Recibió en este sentido de limpiar la mierda alguna instrucción por parte del partido?

-No. A mí instrucciones políticas no me ha dado nadie. Hombre, en algún momento los miembros del comité ejecutivo, los representantes del Ayuntamiento defienden sus intereses, los de Aduanas otros y así todos. Sobre Rodríguez de Castro la única instrucción que recibo es que el Tribunal de Cuentas va a hacer una inspección y que me abstenga de hacer ninguna actuación que pudiera hacer ver que estoy tratando de entorpecer la investigación. Yo me lo planteo todo a la espera de que viniera el Tribunal de Cuentas a investigar. Yo tenía muy claro que si este señor había metido la pata, tenía que pagar por ello pero no tenía que ser yo el que lo averiguara sino el Tribunal de Cuentas.

-El otro centro de sus críticas ha sido José de Mier, el anterior delegado del Estado por el PSOE y bajo cuyo mandato se puso la querella que terminó finalmente en el juicio de Rilco.

-Creo que era una persona muy poco preparada para hacerse con la Zona Franca y cuando llega se encuentra con dos temas que se ve incapaz de gestionar, uno es Rilco y el otro Quality Food, y directamente dice "me lo cargo yo" que los dos tenían una gran importancia para Cádiz y podían haber cambiado la realidad. A continuación una vez que toma la decisión, no tiene escrúpulo en cargarse unas inversiones de 27 millones de euros en el caso de Quality Food y de siete en el de Rilco. El se pone su armadura política y se carga dos realidades económicas que están ahí.

Me cuenta la que era mi secretaria que lo primero que dijo Pepe de Mier cuando llegó a la Zona Franca que qué mierda hacía un ordenador encima de esa mesa tan bonita que tenía el delegado del Estado del a Zona Franca y lo quitó. Yo no digo que sea un analfabeto porque no lo es, pero es un 'analfabruto' como la copa de un pino. Eso explica en buena medida el comportamiento de este hombre. Una persona cerrada con muy pocas capacidades para tener ideas propias y creo que en la Zona Franca en los ocho años lo único que ha hecho es calentar el sitio.

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