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La plataforma El Jacobino se presenta mañana en el Hotel Parador de Cádiz

  • La iniciativa pretende dar cabida a una izquierda "más allá de los identitarismos", donde primen "el eje social y la idea de ciudadanía"

Guillermo del Valle y Násara Lahdih, en una intervención anterior.

Guillermo del Valle y Násara Lahdih, en una intervención anterior. / D.C.

Como tantos proyectos,  El Jacobino nació como un canal de YouTube que sus integrantes usaban como "instrumento comunicativo y político". Un espacio que daba acogida, comenta su portavoz, Guillermo del Valle, a una serie de ideas "inequívocamente de izquierdas que no parecían tener representación, ya que la izquierda oficial no las asume. En diciembre -prosigue- anunciamos que nos gustaría ejercer como actor político, no por capricho".

Del Valle presenta mañana jueves por la tarde, en el Parador gaditano, la propuesta jacobina acompañado por Násara Lahdih y Marc Luque. Y sí, muchos pensaran que lo que faltaba en el escenario era otra "verdadera izquierda": "No es por competición, ni por puristas, ni por querer ser cabeza de ratón... No va de eso -asegura Del Valle-. Si uno dice que es de izquierdas pero que el identitarismo es progresista y el velo, emancipador, pues no estamos ahí. Abogamos por un feminismo real, de la igualdad: hay que tener cuidado con blanquear ciertos aspectos de coerción en el mundo musulmán porque en el mundo musulmán también hay extrema derecha, no me lo pintes como si fuera una expresión cultural diversa. Igual que en lo educativo, donde defendemos una formación laica, con toda formación religiosa fuera de la escuela pública. Pero claro -prosigue-, lo que vemos son casos como los de ERC que lo que plantea es que en la escuela se enseñen todas las religiones, a la vez que sostienen que no sale a cuenta redistribuir para pagar los comedores de los niños andaluces. A mí, aunque se llamen Esquerra, me resulta igual de racista que escuchar a Rocío de Meer decir que un señor de fuera no puede ser español porque no tiene apellidos españoles. Por eso para nosotros lo principal es el eje social y el concepto de ciudadanía". 

Pero en este escenario, no hacerle el juego a lo identitario conlleva la asociación con la derecha, hasta el punto en que, en estos días de moción de censura, "el periodista Antonio Maestre llegó a decir que Tamames es un representante de la izquierda jacobina". Una idea, indica Guillermo del Valle, "sin pies ni cabeza" y tan digna de "esperpento" como la propia moción: "Se puede decir que el PSOE ha sacado a Vox a pasear". "Sí es verdad que nos oponemos a los identitarismos y, en España, parecen haberse convertido en la quintaesencia de lo progresista -prosigue-, cuando en realidad lo que arrastran esos 'derechos históricos' son teorías irracionalistas que han blanqueado como enormemente progresistas cosas que no tienen nada de materialistas ni de racionalistas. No aceptamos que un ciudadano de Cádiz sea de segunda respecto a uno de San Sebastián, y hace dos semanas, que estuvimos allí, dijimos exactamente lo mismo". 

En lo que se refiere a la realidad gaditana, por ejemplo, "el tema evidente es el tejido productivo, que no habría de basarse sólo en el turismo y la hostelería, otra cosa es que reindustrializar sea complicado. Precisamente por eso, pensamos que habría que desarrollar un concepto de Estado menos débil, con intervención pública en sectores estratégicos y una reforma fiscal progresiva en profundidad. No puede ser que tengamos un IRPF dual donde las cuentas del capital aportan menos que las del trabajo". 

Así, el encuentro de mañana girará en torno a tres ejes: "El trabajo y la reindustrialización del modelo productivo, que tiene en sí muchas cuestiones: el recordar que los derechos son conquistas, no regalos (nuestras 40 horas actuales se las debemos, por ejemplo, a una huelga durísima en La Canadiense); la redistribución de la riqueza o el tema del euro, que engancha con Europa y la soberanía; en segundo lugar, la idea de ciudadanía frente a fragmentación identitaria: Andalucía lo que necesita es redistribución y políticas de planificación serias. Y un tercer punto que trataría los proyectos diferencialistas que aplaude la actual izquierda y que no son más que privilegios de las regiones ricas en nombre de la identidad. Adelante Andalucía, por ejemplo, decía el otro día que Yolanda Díaz es centralista y no, no lo ha demostrado. Todos los ciudadanos españoles tendrían que ser iguales con independencia del CP: hoy vas a Fuenterrabia y a Sanlúcar y hay una diferencia tremenda, pero la diferencia es de clase". 

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