Pepe el Caja: "Somos muy poco originales, lo que te pasa a ti, también le pasa al de al lado"

El cómico gaditano estará estos 5 y 6 de diciembre en la Sala Central Lechera de Cádiz con 'A por el lunes'

El espectáculo retrata en clave de humor “la vida paralela” que reflejan las redes sociales

El "salto al vacío" de María Fernández en la Central Lechera de Cádiz

El humorista gaditana Pepe el Caja, junto al Gran Teatro Falla de su ciudad.
El humorista gaditano Pepe el Caja, junto al Gran Teatro Falla de su ciudad. / Jesús Marín

Cádiz/José María Moreno, es decir, Pepe el Caja, es un hombre de compás. Toca con compás, se mueve con compás, su humor lleva compás y hasta en su charla se detecta un cierto tipo de ritmo, en la réplica, en la contrarréplica, que provoca que todo vaya a su sitio. Por ello no es de extrañar que una de las mayores satisfacciones que siente con su profesión es cuando se produce el auténtico milagro que es la risa al compás. “Lo vemos como algo muy normal, pero cuando cuentas algo gracioso y todo el mundo se ríe a la vez... Eso es mágico. Hasta en la música hay un director de orquesta que le dice al resto cuando entrar, pero en el humor, no. La risa es de las pocas cosas que pone de acuerdo a la gente, ¿te has fijado?”, desarrolla su argumento el gaditano que engancha una idea con otra a la velocidad de la luz, pero que, sin embargo, cada vez busca más la calma.

Sí, porque de “serenidad”, del poso que dan los años, que no pesan sino que reposan, de tipos de humor, y hasta del siempre complicado equilibrio (“¡y más en la vida artística!”) entre carrera profesional y vida personal y crianza habla Pepe el Caja con Diario de Cádiz antes de subirse a la escena de la Sala Central Lechera de su ciudad con A por el lunes, algo que hará estos días 5 y 6 de diciembre.

No, quizás de ninguno de estos asuntos –o a lo mejor todos subyacen, todos están contenidos– aparecen en esta propuesta con la que el intérprete trata en clave de humor “la vida paralela que realmente son las redes”. “Lees a alguien en su red social ese grito de guerra que parece que es ¡A por el lunes! y con una frase así bonita, yo qué sé, de Shakespeare, y a lo mejor el que lo ha puesto, después de escribirlo se ha vuelto a meter en la cama porque está que no puede con su vida. En realidad, esto es duro, ¿eh?, y yo lo abordo desde la broma justo por eso, porque creo que es hora de que nos despertemos, y porque si creemos que el de al lado está bien, va a ser difícil que podamos ayudarle o que nos ayuden, y, como yo soy de los que piensa que la letra, no con sangre entra, sino con humor entra, pues lo cuento de esta manera”, desvela.

Una manera, y un mensaje, cristalizado por momentos en “un monólogo”, en “una conversación con el público”, o en “una historieta cantada por bulerías o por alegrías” con su escudero a la guitarra “desde hace casi 20 años”, Ignacio Álvarez. “A mí me gusta que haya un poquito de todo eso y con Ignacio, además, es muy fácil porque tiene mucho compás y tiene mucha gracia, además de ser una gran persona, que las carreteras, lo que no se ve en el espectáculo, también son largas y se agradece tener una persona con la que te entiendas”, alaba el artista al compañero al que conoció “fíjate, tocando yo que era un chiquillo, para los cuadros flamencos en La Cava”.

Porque antes de que Jose Mari Moreno se convirtiera en ‘Pepito’ el Caja para el mundo con su debut televisivo de la mano de María Jiménez ya estaba ligado al mundo de la música (del flamenco) e incluso sus chistes por bulerías ya se habían escuchado “en algunos bolitos aquí y allá”, recuerda.

El artista gaditano José María Moreno, 'Pepe el Caja'.
El artista gaditano José María Moreno, 'Pepe el Caja'. / Jesús Marín

Y como sabe de música y sabe de humor, sabe Pepe que los dos mundos están agitados por modas. “En el humor la moda ahora es la improvisación, que está muy bien, porque oye que la gente también quiere ir a un espectáculo a reírse y punto. Y, bueno, es algo que también hago y meto en mis espectáculos y, también tiene que ver con eso, lo que hago para Onda Cádiz en la retransmisión del Concurso. Ahí no hay guion establecido, yo trabajo con lo que me voy encontrando en el teatro”, cuenta el humorista al que, sin embargo, para sus espectáculos le gusta más “tener una estructura que sostenga el mensaje que quiero transmitir, me gusta meter mensaje, y porsupuesto lo que me hizo conocido, ¿no?, el chiste, la historia, contada por bulerías aunque le he ido metiendo con el tiempo otros palos flamencos”, apostilla. 

¿Y siempre basado en hechos reales? “Es que sino no me sale”, ríe. “A mí de chico no me gustaba ni La guerra de las galaxias ni , a mí lo de ciencia ficción no me ha llamado nunca la atención. Yo necesito que la base de lo que cuento tenga verdad y, después, cojo esa verdad y la distorsiono, la exagero, la saco de contexto, hasta conseguir que casi ni se parezca a la verdad. Ese es el humor que yo hago y es el que provoca que cuando cuento algo, el que me escucha piense a veces, ¿este tío está hablando de mí? Porque, en el fondo, somos muy pocos originales, y lo que te pasa a ti, también le pasa al que está al lado”.

El humor nos iguala. Nos iguala y supera nuestras expectativas y hasta nuestros prejuicios. No en vano, cae Pepe el Caja –hemos dicho que un hombre de oído, pero también de vista– en que “en pleno debate sobre los límites del humor se ponga, como ya mencionó, “de moda la improvisación”. “Subes tú a un escenario, ¿qué te digo?, a una persona manca. Empiezas a decir cosas sobre él, a meterte con él, vamos, y coge esa persona y no sólo no se mosquea sino que se sube contenta, sabiendo a lo que se expone y hasta se ríe de lo que le dices. ¿Ahora qué?”, descubre la paradoja.

Con todo, el humorista también es muy consciente de otro tipo de límites que pone el público, “la etiqueta”. “Si yo dijera ni un cuarto y mitad de una de las barbaridades como dice, por decirte un grandísimo del humor nuestro, Antonio Reguera, estoy seguro de que la gente no me respondería... Eso es así, el espectador también tiene unas expectativas sobre lo que va a ver de cada uno de nosotros”, valora.

Y el estilo de Pepe el Caja, desde luego, le ha valido un importante número de seguidores que lo han apoyado en una carrera que ha tenido como grandes obstáculos, “los que yo mismo me he puesto”. “A veces el pensar que no se podía, las dificultades para llevar adelante esto con tu vida familiar, las inseguridades, claro, eso te frena, pero bueno, creo hago las cosas que me gusta hacer y al ritmo que puedo hacerlas para que mi vida esté llena de las cosas y de la gente que quiero”, se descubre José María Moreno cuya vida tampoco estaría completa sin despachar serotonina. “Estudié Ciencias del Deporte y me dedico al humor, ¿puede haber dos cosas que la despierten más? Por cierto, en Granada, cuando estudiaba la carrera, coincidí en clase con Dani Rovira y Salva Reina, ese encuentro de humor y deporte no puede ser casual”, ríe.

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