Pablo Fernández-Pujol regresa a la Sala Rivadavia de Cádiz con sus animales menos humanizados

El artista gaditano vuelve después de 12 años a la galería de la Diputación Provincial con la exposición 'BeShow', donde apuesta por "conectar con la parte más primitiva de la vida"

El arte también da de comer

Pablo Fernández-Pujol explica su obra durante la persentación de la exposición a la prensa.
Pablo Fernández-Pujol explica su obra durante la presentación de la exposición a la prensa. / J. M. R. /Diputación

El pintor gaditano Pablo Fernández-Pujol expuso por última vez en la Sala Rivadavia de Cádiz en la primavera del año 2013. Ahora, justo 12 años después, regresa a la galería que la Diputación Provincial comparte con el Consulado de Argentina para mostrar la exposición titulada 'BeShow', una muestra dominada por la acuarela en la que Fernández-Pujol, un creador plástico tan dinámico como brillante, despliega un poderoso dominio pictórico sobre el mundo animal en un intento de "conectar con la parte más primitiva de la vida". Y si hace 12 años los animales de su muestra compartían rasgos con los humanos, ahora aparecen, si cabe la expresión, como más animales, más libres, más primitivos, al despojarse de aquella artística apariencia humana. "Los animales son los legítimos herederos del planeta", resume el pintor gaditano.

Pablo Fernández-Pujol (Cádiz, 1977) ha estado acompañado en la apertura de la exposición por Vanesa Beltrán, diputada provincial de Cultura; Sergio Leonardo Servín, cónsul de Argentina en Cádiz, y María Dolores Román, directora de la Fundación Provincial de Cultura. Y, por supuesto, Paco Mármol, el responsable de Exposiciones de la Diputación Provincial a quien Fernández-Pujol agradeció expresamente que le haya permitido regresar a la sala de la capital gaditana.

El artista resumió la intención última de este 'Beshow' que se podrá ver en Rivadavia hasta el próximo 7 de junio: "La exposición presenta desde la metáfora artística una selección de obras que pretenden conectar con la parte más primitiva de la vida, centrando el foco de atención en la especie animal en detrimento de una raza humana cada vez más perdida, violenta y a la deriva. El proyecto busca conexiones con lo ancestral, en una muestra que propone a los animales como los legítimos herederos de un planeta saturado de guerras, locura y banalidad. Este proyecto se postula como un vehículo de resistencia, reafirmando y reivindicando la idea de que el arte, en todas sus extensiones, sea una trinchera frente a la época convulsa que venimos viviendo, y que a modo de bola de nieve pareciera no tener un final feliz. Un arte que tanto actores como receptores debemos preservar como el mejor de los tesoros de la raza humana, porque sin arte solo nos quedaría oscuridad".

También detalló Fernández-Pujol algunos de los aspectos técnicos de la muestra: "El proyecto está configurado fundamentalmente por una serie de pinturas de mediano y gran formato a la acuarela, en su mayoría estudios de animales que pertenecen a distintas especies. Son animales que aparecen, la mayoría, sobre un fondo blanco. El proyecto se cierra con tres piezas audiovisuales y una escultura de bronce ampliando los canales de comunicación y buscando una puesta en escena más dinámica".

De la primera presencia del pintor en la sala del Edificio Rivadavia, donde también había animales en sus cuadros, recuerda el artista algunos detalles que demuestran la evolución de su producción pictórica: "Hace 12 años, los animales aparecían pero eran 'teriántropos', aparecían con cuerpo humano y cabeza de animal. Parece que la evolución ha ido eliminando todos los rasgos humanos para quedarnos con la parte primitiva, la parte animal".

Así, en las dos salas de Rivadavia habilitadas en la planta baja del edificio para acoger las exposiciones, se reparten estas obras que muestran mariposas, insectos (bichos como les suele llamar el artista) que escapan del cuadro, ibis eremitas, cuervos, algún oso y monos, un animal al que se dedica en exclusiva la segunda sala con varios estudios acerca del movimiento de estos primates.

La diputada Vanesa Beltrán destacó el programa 'R de Retorno' por el que regresan estos artistas a la Sala Rivadavia años después de su primera exposición, al tiempo que habló de Fernández-Pujol como un artista multidisciplinar cuya obra "conecta con la parte más espiritual del ser humano" y que transita entre la línea que separa lo animal de lo humano.

La exposición 'BeShow' se puede visitar hasta el 7 de junio en el horario habitual de la sala provincial: de martes a viernes, de 11.00 a 13.30 horas y de 18.00 a 20.30 horas; los sábados, de 11.00 a 14.00 horas. La sala cierra lunes, domingos y festivos.

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